Decretan tres días de luto oficial en Alhaurín El Grande por la muerte de Antonio Gala
El escritor era Hijo Adoptivo de la localidad malagueña donde se había enamorado de la finca La Baltasara que adquirió para convertirla en su particular santuario
Málaga
"Vine a vivir a Alhaurín el Grande porque aquí vivía Gerald Brenan, que tenía 90 años y era como un ser inmortal. Y sin embargo, el día que vine, se murió". Esta anécdota contada varias veces por Antonio Gala (1930-2023) resume en esencia la vinculación del escritor con el pueblo que lo convirtió en Hijo Adoptivo, en reconocimiento al "cariño y a la identificación" que el propio Gala ha demostrado siempre con el municipio. El Ayuntamiento alhaurino ha decretado tres días de luto oficial, que comienzan este lunes, para rendir homenaje a la emblemática figura literaria que ha fallecido este domingo a los 92 años en Córdoba.
Así es la finca La Baltasara
Fue en 1987 cuando el famoso poeta, novelista, dramaturgo y articulista se enamoró de la finca La Baltasara, situada a las afueras y que compraría para convertirla desde entonces en su particular santuario, donde se recluye en los meses de primavera y verano para abstraerse en sus pensamientos. Las paredes encaladas de este cortijo del XVIII, donde rara vez deja entrar a nadie, le protegen de las distracciones y constituyen el marco ideal para el proceso creativo del autor. SER Málaga realizó un programa especial desde la propia finca.
SER Málaga realizó el programa Hoy por Hoy en la Casa Museo Antonio Gala de Alhaurín El Grande
Hijo Adoptivo de Alhaurín El Grande
Gala, en el año 2012, con motivo de su nombramiento como Hijo Adoptivo, volvió a referirse a los motivos por los que vino a vivir en Alhaurín el Grande, lugar al que "he venido a ser libremente y donde espero quedarme definitivamente", según dijo en aquel acto. Sus estancias en La Baltasara han aumentado en los últimos años, casi a la par que ha disminuido su contacto con los vecinos. "Él rara vez viene al pueblo. Suele estar aquí entre mayo y octubre y, como mucho, le vemos una a o dos veces, pero siempre viene a entregar el premio de poesía. Al principio sí venía más. Recuerdo haberlo visto en las procesiones de Semana Santa, en el bar Costales y otros sitios".
Gala escribió en La Baltasara, donde vivió 30 años, sus principales obras: "Los papeles del agua", "El manuscrito carmesí", "Carmen, Carmen" o "La Truhana"
Este domingo, 28 de mayo de 2023 ha fallecido a los 92 años. Aunque nació en un pequeño municipio de Ciudad Real, la trayectoria de Gala ha estado vinculada a Córdoba desde la mudanza de sus padres a la ciudad de la Mezquita-Catedral, cuando éste tenía solo nueve años.
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En su adolescencia ya despuntaba en los círculos culturales de la provincia, pero más todavía como consumidor de literatura. Las distintas fuentes bibliográficas citan su pasión por los textos clásicos, pero también por autores coetáneos de la Generación del 50. Una añada en la que destacan ensayistas como Juan Goytisolo, Jesús López Pacheco o dramaturgos y poetas como Francisco Nieva o Gloria Fuertes. Con 15 años empezó a cursar la carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla (US), aunque también se interesó por la formación en Ciencias Económicas, Política o Filosofía. Un tiempo después, Antonio se instalará en Portugal hasta 1962, cuando volvería a hacer la maleta para mudarse a Florencia.
Reconocimientos
Paso a paso, Gala empieza a forjarse una pequeña reputación como literato y pensador, aunque el reconocimiento llegaría con un accésit de los Premios Adonáis (Rialp, 1959) de poesía por Enemigo Íntimo. Esto le abrirá las puertas para convertirse en uno de los articulistas más reconocidos del país, que ha colaborado en diarios como El País o El Mundo. Antonio Gala ganó uno de los más altos reconocimientos a la literatura en castellano con su primera novela: El manuscrito Carmesí (Planeta, 1990) se alza con el Premio Planeta colocando al autor como referente de la narración histórica gracias a este relato sobre Boabdil, el último sultán nazarí de Granada.