"Siento un arrepentimiento muy grande": juicio al exalto cargo de la Junta andaluza acusado de gastar 32.000 euros de dinero público en prostíbulos

Sevilla

"Me arrepiento muchísimo", "siento un arrepentimiento muy grande", "he pedido excusas a los ciudadanos", "siempre y en todo caso devolví el dinero", "esto me ha causado un deterioro en las relaciones sociales y de mi familia", "tengo depresión". Estas han sido algunas de las frases que ha utilizado el exdirector de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo ante el jurado que le va a juzgar por los supuestos delitos de malversación de fondos públicos y falsedad documental. Fernando Villén se enfrenta a seis años de prisión por haber gastado supuestamente más de 32.000 euros de dinero público en prostíbulos entre los años 2005 y 2010.

Villén ha mostrado su arrepentimiento por haber usado dinero de la Faffe para pagar en los prostíbulos que visitó mientras estaba en el cargo. Aunque a preguntas de las acusaciones y la defensa ha insistido en que lo devolvió "todo" en efectivo; eso sí, no recuerda si le daban algún documento que pueda acreditar esas devoluciones. De hecho las acusaciones le han preguntado por qué motivo no aparece ni un papel donde conste que él entregaba en caja esas cantidades de dinero gastadas en los prostíbulos. Y solo ha podido responder que devolvió el dinero, "siempre".

El exdirectivo ha contado que el hecho de visitar los clubes de alterne hay que entenderlo como "una actividad comercial" que él tenía para entablar contactos y relaciones dado que debía captar fondos empresariales para la Fundación pública, que también se nutría de subvenciones. "No se iba directamente ahí, se empezaba en una comida, una copa y luego se acababa ahí", ha dicho. Y luego "ese gasto que no era justificable yo tenía de devolverlo" porque ha admitido que pagaba con la tarjeta de la Faffe para "no alarmar" a su familia.

El último gasto conocido que apareció en la investigación son 14.700 euros, un dinero fraccionado en quince veces la misma noche con la misma tarjeta en el local Don Ángelo de Sevilla. A pesar de que la tarjeta bancaria tenía un tope de 3.000 euros. "Cuando se está en un local de esos uno toma copas y no se está en el uso de sus facultades", ha justificado. El caso es que al día siguiente lo devolvió todo por caja, ha contado. ¿Cómo?, le han preguntado. Pues pidió un préstamo a un amigo, guardó el dinero en un sobre, se lo entregó a su chófer y le ordenó que fuera al local y se lo diera al dueño, que según Villén, anuló los 15 cargos que se habían hecho la noche anterior a la cuenta de la tarjeta bancaria.

De esa circunstancia no quedó registrado ningún apunte en la contabilidad porque "una vez anulado el abono no tenía sentido", ha justificado .

Este martes las partes interrogarán a la acusada Ana Valls, exdirectora financiera de la Faffe. El jurado está formado por cinco mujeres y cuatro hombres. Los hechos que se juzgan ocurrieron entre 2005 y 2010.