Antonio Gala, la eternidad sobre el ruido
La firma de opinión de la jefa de Contenidos de Radio Córdoba
Antonio Gala, la eternidad sobre el ruido
Córdoba
Este domingo murió Antonio Gala.
La noticia nos sorprendió en plena cobertura de la jornada electoral. Y, de pronto, en Córdoba sentimos como nunca la pulsión, uno contra otro, del cerebro y del corazón.
Ante nosotros estaba la inmediata avenida de una catarata de datos: participación, incidencias, resultados... y el fin de un mito. Se iba de verdad. No por esperado, tenía 92 años, fue menos impactante.
Antonio Gala, poeta y novelista, dramaturgo y articulista, contó con su voz, literariamente tan reconocible, la belleza, el amor, la sensualidad, la pasión, la vida y la muerte. Y su personalidad trascendió más allá de sus libros.
Su hedonismo no lo llevó a la comodidad, sino a la valentía. Y se convirtió en una figura clave para romper barreras morales y sociales en una democracia aún en ciernes. Escribió contra el encierro cultural de las mujeres. Era mordaz, inteligente y sincero. A veces airado cuando percibía cerrazón o ignorancia.
Siempre elegante. Sus pañuelos, sus bastones fueron sus señas de identidad pública.
Nació en Brazatortas, pero eligió Córdoba como su lugar en el mundo. Con lazos estrechos con Málaga y Granada. El color de Andalucía estaba en su palabra.
Su legado es su fundación de jóvenes creadores, en la que descansarán sus cenizas, en el jardín de un antiguo convento en plenos casco histórico cordobés.
La convocatoria de elecciones generales empañó la emocionante despedida de sus residentes, amigos y, sobre todo, admiradores. Tantos y tantos... Lo momentáneo tapó lo eterno.
Salvo en Córdoba, donde entendimos, tras su despedida, que se ha quedado con nosotros.
María José Martínez
Directora de Informativos de Radio Córdoba. Mi...