La asociación ‘Ronda 2030’ vuelve a rechazar la instalación de una planta fotovoltaica en el entorno de Acinipo

Ronda

La asociación ‘Ronda 2030’, colectivo de empresarios y profesionales del territorio, ha denunciado el riesgo inminente de contaminación visual y del suelo en el entorno natural de uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Andalucía, como es Acinipo, además del peligro de verse mermado hasta desaparecer el turismo en el enclave.

Todo debido a la instalación de una planta fotovoltaica que la multinacional Cepsa pretende implantar en el entorno de la ciudad romana. Un proyecto cuyo tamaño se asemeja al de 150 campos de futbol y la línea de evacuación (torres de alta tensión) de 80km que pasan por el Valle del Genal, y que dependen de la decisión del Gobierno Central.

Desde la asociación rechazan frontalmente esta posible actuación y no descartan incluso, llegar a los tribunales.

Acinipo alberga una de las ciudades romanas más importantes de la provincia de Málaga y de Andalucía, donde, a los valores históricos y culturales, se añade un paisaje magníficamente conservado situado entre las áreas serranas de Ronda y Grazalema con unas vistas panorámicas que abarcan las provincias de Cádiz, Málaga y Sevilla. Fue ocupado por primera vez en la Edad del Cobre (3.000 a.C.), y en él han pasado civilizaciones como los fenicios e iberos, hasta la presencia romana a partir del año 206 a. C. y su posterior transformación en ciudad romana con su propia moneda.

Ronda 2030 ha mantenido dos reuniones informativas sobre los proyectos. La primera con el Ayuntamiento de Ronda el día 14 de marzo. El Ayuntamiento informó de su posición contraria a los proyectos, y de que las reuniones con Cepsa han sido muy tensas. Ellos han dado informe favorable (uso compatible con el PGOU) al parque fotovoltaico, y desfavorable a la línea de evacuación. “Acinipo tiene tres protecciones: cultura, plan general y patrimonio, a la que entendemos debería de sumarse la paisajística, porque a poco que se vea la zona afectada, es absolutamente preocupante. Dado que el Ayuntamiento no puede tomar cartas en el asunto por no tener competencia, nosotros debemos proteger el patrimonio natural que vamos a legar a las generaciones futuras”, afirma Flavio Salesi, Copropietario de la Bodega Descalzos Viejos, miembro de Ronda 2030.

La segunda reunión fue con representantes de la empresa CEPSA el 24 de marzo. Alguna de la información que trasladaron es que son la única empresa que cuenta con derecho de conexión y acceso a la red eléctrica, por lo que se consideran mejor posicionados para obtener la aprobación. La línea de evacuación de 80km sólo tendrá soterrados aproximadamente 6km.Ellos afirman que están obligados a realizar prospecciones arqueológicas en los terrenos que van a ocupar antes de la ejecución del proyecto. “Tenemos claro que no tienen ni idea sobre el lugar en el que va el emplazamiento ni lo que es Acinipo, ni conocen el valor que tiene. Nuestro objetivo es plantear una oposición absoluta a que se hagan aquí los parques fotovoltaicos, y estamos dispuestos a llegar a la vía judicial si al final hay una aprobación”, asegura Isabel Colomina, miembro de la asociación.

Ronda 2030 ha llevado a cabo diferencies acciones a lo largo de los últimos meses para concienciar de la problemática a la ciudadanía. Ha realizado una campaña de comunicación con el nombre ¨Renovables sí, pero no así¨; también contrató a Metroscopia la elaboración de una encuesta para valorar el conocimiento y la opinión ciudadana acerca de estos proyectos fotovoltaicos. “A través de un despacho de abogados de Málaga, hemos interpuesto dos recursos, uno para la planta y otro para la línea de evacuación”, ha añadido Juan Clavero, propietario del Hotel Molino del Arco y presidente de Ronda 2030. La asociación organizará una sesión informativa sobre el PGOU en Ronda con el arquitecto redactor del mismo, para el próximo 22 de junio. Además, como ya se ha indicado, está dispuesta a emprender acciones judiciales si fuera necesario.

Cabe recordar que el pasado mayo, la Junta de Andalucía denegó la construcción de tres plantas fotovoltaicas, de las cuales una estaba ubicada en la antigua ciudad romana de Ronda.