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"Ayud", un robot que mejora la vida de los ancianos dependientes que viven solos

La cámara de la tableta tiene reconocimiento facial para permitir al robot cambiar sus funciones y preguntas según a quién se esté dirigiendo en cada momento.

Anciano y cuidadora en una residencia / Cadena SER

Málaga

Los robots pueden ser una gran compañía para los ancianos dependientes que viven solos en casa, es el caso de "Ayud", que programa recordatorios para tomar la medicación a la hora fijada, comprueba periódicamente el estado de salud con preguntas y lleva el recuento de los alimentos tomados, entre otras tareas. Junto a sus 139 hermanos que ya prestan el mismo servicio, Ayud es un ejemplo de cómo la tecnología puede mejorar la vida de los dependientes y las ayuda en tareas en las que una persona no aporta ningún valor añadido como rellenar un formulario sobre comidas del día o recordatorios de ejercicios de entrenamiento mental.

El director ejecutivo del Grupo Saltó, desarrollador de Ayud, Jaime Saltó, ha destacado este lunes que "los robots no vienen a sustituir a nadie, son un complemento que ayuda a las personas dependientes; aunque hay cosas de las que no se puede encargar y que necesitan personas".

Ayud, que mide algo menos de un metro y ha sido exhibido en un seminario en la Universidad de Málaga, tiene por rostro una tableta táctil que el usuario puede modificar para configurar sus funciones y que, además, es móvil para que el robot pueda tener un campo de visión más amplio de lo que ocurre.

La cámara de la tableta tiene reconocimiento facial para permitir al robot cambiar sus funciones y preguntas según a quién se esté dirigiendo en cada momento. Entre las funciones de Ayud, si la persona con dependencia le dice que no está bien, el robot se encargará de llamar al cuidador asignado mediante una videollamada para que éste pueda ver lo que ocurre en el domicilio y, en caso de ser necesario, avisar a los servicios de emergencias, ya que los robots legalmente aún no pueden hacerlo.

Por otra parte, si es el dependiente quien no responde a llamadas de los familiares, el cuidador puede comunicar con el robot y manejarlo a distancia mediante una aplicación para que se dirija al lugar de la casa en la que se encuentre la persona y compruebe su estado de salud.

En caso de emergencia y de que el dispositivo esté recargando sus baterías de manera autónoma, de una forma similar a los robots de limpieza, podría acudir a la llamada de su dueño si así lo requiriese, pues nunca llega a agotarse del todo, ha explicado Saltó. "Empezamos a desarrollar la plataforma en 2012. Tenemos diferentes robots que personalizamos según las necesidades del cliente, pero la plataforma es la misma", ha explicado sobre el desarrollo de estos robots en los que se han invertido más de 2 millones de euros.

"La mayoría de usuarios de este robot están en torno a los 85 años", ha explicado el responsable, quien también ha hecho hincapié en que estos dispositivos no solo mejoran la vida de las personas dependientes con sus funciones, sino que también los acompañan en la "soledad" cuando sus familiares no pueden estar

 
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