Hallan un cadáver en el piso que el asesino machista de Torremolinos compartió con su exnovia desaparecida hace nueve años

La Policía Nacional ha hallado este martes -en el interior de un cajón de madera tras una pared- el cuerpo de una persona en el ático que, durante cuatro años, compartieron la expareja de Marcos G., Sibora G. y el hombre acusado de asesinar, hace tres semanas en Torremolinos, a su última exnovia y por el que permanece en prisión provisional. A falta de las pruebas de ADN que lo confirmen, el cadáver hallado esta martes por la tarde sería el de la joven italo-albanesa de 22 años de edad, que mantuvo una relación de cuatro años con el presunto asesino detenido hace tres semanas en Torremolinos por el crimen machista de Paula, que falleció tras recibir 14 puñaladas de su expareja. Sibora G. llevaba desaparecida desde el año 2014. En registros anteriores los agentes usaron pequeñas cámaras para intentar detectar el cuerpo tras hacer pequeñas perforaciones en la pared y, posteriormente, cuando el presunto asesino confesó que había usado ácido para intentar hacer desaparecer el cuerpo, la Policía hizo una nueva entrada y registro en la casa para comprobar si había presencia de algún resto de químico que ayudarse a esclarecer lo sucedido. Ahora ha sido clave el uso de rayos x para dar con los restos. Los agentes encargados de la investigación han salido de la vivienda, un ático del número 34 de la calle García de la Serna, con machetes lo que explicaría que usaron estas herramientas para derribar un muro. Todo indica que el cuerpo ha sido hallado en un doble pared de la vivienda, en concreto, en el interior de una bolsa de basura. Todo, en principio, concuerda con la versión inicial que dio Marco G. en los pasillos de la comisaría de la policía tras ser detenidos. La familia, que pensó que se trataba de una huida voluntaria, pidió que se retomara el caso tras conocer el reciente crimen que este hombre había cometido en la Costa del Sol. Un juzgado de esta localidad malagueña decidió abrir la correspondiente investigación. Marco G. confesó, horas después del crimen cometido en Torremolinos, que también había acabado con la vida de Sibora G., que la había emparedado en el piso que compartieron en Torremolinos entre los años 2011 y 2014. Lo dijo verbalmente en los pasillos de la comisaría pero luego se retractó en su declaración oficial y ante el juez. Ahora el cuerpo hallado en esta vivienda confirmaría que se trata del segundo asesinato machista de este hombre que se encuentra actualmente en prisión. Kseva Gagani, hermana de Sibora G., la chica desaparecida en la localidad de Torremolinos, decidió presentarse como acusación particular en el caso. El pasado miércoles 17 de mayo se detenía a este hombre italiano de 45 años, Marcos G. acusado de haber asesinado a su pareja de 28 años. En ese momento, sería cuando el presunto autor de los hechos confesaría a los agentes de policía haber hecho lo mismo con su expareja, Sibora G.. A pesar de la confesión, el hombre no lo ratificó posteriormente, lo que fue razón suficiente para que el Juzgado de Instrucción número tres de Torremolinos abriera diligencias por el presunto asesinato de Sibora G. en 2014. Así lo ha explicaba este martes en una entrevista concedida a SER Málaga la propia hermana de la joven desaparecida. La familia de la joven de 22 años explica que se esfumó, «como si le hubiese tragado la tierra». El presunto asesino habría confesado, tras ver su foto en el tablón de la comisaría, que su cadáver se encontraba emparedado en el piso que compartían, ofreciéndose voluntario para llevar a las autoridades al lugar exacto y comentando el posible uso de ácido para deshacerse del cadáver. Con su posterior retracción, las autoridades sólo disponen de una confesión espontánea, por lo que actualmente siguen buscando rastros de presencia de ácido en el piso. Nueve años después, Kseva G., hermana de la desaparecida, se presenta como acusación particular desde Albania con la asistencia de Juan Manuel Medina, abogado de SOSDesaparecidos. Ya se habían realizado tres entradas en el inmueble de Torremolinos, pero hasta ahora no había trascendido que la búsqueda diera un resultado relevante. No obstante, eran muchos los indicios que apuntaban hacia Marco G. Entre otros, que fue la última persona que mantuvo una conversación con Sibora, vía WhatsApp, antes de su desaparición. Tampoco juegan a su favor sus antecedentes: dos entradas en el Sistema VioGen, el sistema de seguimiento de casos de violencia de género, relacionadas con parejas anteriores. Kseva G. asegura que «estoy segura de que él tiene algo que ver con su desaparición, los casos de Paula y Sibora son muy similares».«Era la única persona que ella tenía es España. Tenían problemas desde hacía tiempo y su relación estaba a punto de acabarse. Y dejó de tener contacto con la familia tras su desaparición, que es sospechoso. La familia de Marco en Italia también decía que no sabía nada de él, que hablaban poco porque era una persona problemática y consumía drogas». Según relata Kseva, Sibora tenía contacto diario con su madre hasta el día en el que desapareció. No pasaba un día sin que la mujer, que vivía en Italia, y su hija, que se encontraba en España, hablaran por teléfono durante unos minutos. Así fue desde que se trasladó en 2011 a la localidad malagueña de Torremolinos con Marco hasta que se le perdió el rastro en el verano de 2014. Las circunstancias que rodean la desaparición de Kseva, que desapareció dejando todas sus pertenencias en su casa. Durante todo este tiempo, en el que no ha habido ninguna novedad sobre el paradero de la joven, han albergado algo de esperanza aunque en el fondo «sabíamos que era imposible que ella no diera señales de vida después de nueve años». La entrevista, al completo, se puede escuchar en la parte superior de esta información.

Hallan un cadáver en el piso que el asesino machista de Torremolinos compartió con su exnovia desaparecida hace nueve años

Todo indica que podría tratarse de la joven de 22 años cuyo paradero se perdió en 2014 y que el propio agresor confesó haber matado y emparedado en la vivienda

Jesús Sánchez Orellana