Jerez anticadista
La firma de Manuel Pareja en Hoy por hoy Jerez
Jerez de la Frontera
Solo unas horas duró el Escudo del Cádiz C.F. en la estación de trenes de Jerez hasta que algún descerebrado la apedreó.
En la pasarela del hospital vi el otro día una sábana desplegada con la leyenda de “Jerez anticadista” y cuando se ha producido algún partido de fútbol entre las dos ciudades, ha sido declarado de alto riesgo. Algunos dirán que esto ocurre en otros lugares donde la rivalidad con el vecino es el pan de cada día. Y es verdad, pero aun siendo un fenómeno común en otras provincias, no me consuela lo más mínimo. No nos pasa solo con el fútbol, en nuestra ciudad hay muchos bípedos con un considerable sentido de desprecio a nuestros hermanos gaditanos; no alcanzo a comprender que les han hecho los descendientes de esta isla trimilenaria que es también nuestra tierra, nuestra cultura y nuestra historia. El localismo extremo, el apego exagerado al terruño, es el germen de un nacionalismo que puede ser muy localizado o extenderse a un vasto territorio y que tiene que ver con las identidades que, si bien merecen ser preservadas, no por ello deben ser excluyentes.
Si nuestra provincia no tiene más fuerza e influencia política y administrativa es porque nos hemos ocupado más de la diferencia que de lo que tenemos en común, que es casi todo. A los bárbaros que han destrozado el escudo y a los que se dedican a poner esas pancartas del odio, los multaba con trabajos en beneficio de la comunidad, eso sí, en Cádiz, a ver si aprenden a querer a nuestra tierra.
