Calio Alonso, pianista: "Siempre he querido conectar las dos orillas del Atlántico"

Acaba de llegar y está a punto de irse. Es la vida de Calio Alonso (Baza, Granada, 1985). Desde que sintió la pulsión de la música, toda su vida a orbitado alrededor de un piano, de creaciones propias, de adaptaciones "en busca de la autenticidad y de la personalidad propia".

En la entrevista coloca a su bisabuela como origen del torrente de talento de la familia Alonso. "Un día La Argentinita llegó a Baza y cuentan que la escuchó cantar -a su bisabuela-, y entonces tocó a la puerta para decir que se fuese con ella, pero no la dejaron", relata Calio envolviendo el recuerdo con un gesto compasivo y comprensivo porque eran otros tiempos. Él se formó en Granada, estuvo cerca de grandes maestros europeos, y después pudo volver para empaparse de la gestión cultural en las faldas de Enrique Gámez, "uno de los mejores gestores culturales de España". Más tarde conoció la aristocracia musical europea trabajando junto al director granadino Pablo Heras Casado.

Calio se ha especializado en música del sur, en contar al mundo la música clásica de autores sureños. Recién llegado de Venezuela y Costa Rica, destaca de allí que la música es más que ocio, es "un alimento necesario", y cuenta que es habitual que en el tiempo del desayuno, en San José, capital de Costa Rica, los empleados vayan a escuchar música a alguno de los espacios que ofrecen conciertos a media mañana.

"Siempre he querido con mi música conectar las dos orillas del Atlántico", dice Alonso, quien añade que en "latinoamérica hay una gran admiración por todo lo español y se siente un deseo grande de venir a España".