Principios de quita y pon
La periodista Ana Huguet reflexiona en su columna en La Ventana Andalucía sobre las alianzas del PP con Vox
La Columna de Ana Huguet (19/06/23)
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Sevilla
Solo cuatro meses y 25 días le ha durado a Feijóo su Plan de Calidad Institucional que presentó en el Oratorio San Felipe Neri de Cádiz, cuna de la Constitución de 1.812, con el que defendía que gobernara en las administraciones la lista más votada. Y poco más de un año ha sobrevivido su tesis de que “a veces, es mejor perder el gobierno que ganarlo desde el populismo”.
El PP recuperó el 28 de mayo la confianza de la ciudadanía y logró una meritoria victoria en las elecciones municipales hasta teñir el mapa de azul, pero al presidente popular no le ha bastado y ha preferido acaparar más poder, aunque eso se haya llevado por delante sus propios principios.
Si hace escasos 14 meses llamaba a los de Abascal “predicadores” y reconocía a Vox como una formación “antiautonomista, euroescéptica, populista y de auténtica ultraderecha”, este fin de semana ha abierto la puerta a que los ultraconservadores gobiernen en 140 municipios. Si atendemos solo a grandes ciudades, ha llegado a acuerdos con VOX en 23 consistorios imponiéndose en 17 de ellos al PSOE como lista más votada. El esquema se ha seguido territorio a territorio. En Andalucía, al PP no le han bastado las siete victorias en capitales, cinco de ellas con mayoría absoluta, y ha llegado a acuerdos con Vox en Huelva justificándolo en una relación de “amistad personal” para, a renglón seguido, desalojar al PSOE en Jaén por un acuerdo con municipalistas. Volvamos de nuevo a una de las frases de Feijóo: “Quien no gana, no merece gobernar. No es eficiente” decía hace poco más de un año.
Y claro, Vox, que ha triplicado sus apoyos en las urnas el 28 de mayo, está enorme. Abre su página web remarcando su entrada en esos 140 gobiernos y avanza en negro sobre blanco sus medidas. Prometen hacer desaparecer concejalías como las de Igualdad y, como negacionistas del cambio climático que son, abogan por reducir al mínimo posible las zonas de bajas emisiones. Todo esto por no hablar de la violencia de género, que ya ha quedado mutilada del acuerdo de gobierno de PP y VOX en la comunidad valenciana. Esta concesión es grave, triste y humillante.
El giro del PP es más que arriesgado y, con bastante probabilidad, mal calculado. Ha acaparado más poder, sí; el mismo que puede ceder el 23 de julio si pierde toda opción con el votante más moderado.