La lucha de un vecino de Chiclana por salvar la vida de una mujer siria
Juan está en Cabo Verde y lleva desde enero pidiendo asilo para la mujer, que se enfrenta a tres condenas de pena de muerte en su país si regresa
La historia del chiclanero que ayuda a escapar de la muerte a una mujer siria
Cádiz
Juan es un vecino de Chiclana que decidió jugarse la vida por la mujer siria que conoció en ese país, cuando ella contaba los días para que le llegase la muerte de una forma u otra. Sufría palizas de varios miembros de su familia por considerar que su comportamiento y sus creencias contravenían las convicciones ultrafundamentalistas de su padre y el resto de parientes, que además querían casarla forzosamente con un hombre.
Ante esa situación, este chiclanero no tuvo dudas en ofrecerle su ayuda para huir del país sirio. Juntos cruzaron la frontera con El Líbano para escapar, hasta llegar a Cabo Verde, donde llegaron el pasado mes de enero. Una vez allí, confiaban en poder solicitar asilo a España. A través de Cruz Roja Cabo Verde se pusieron en contacto con la embajada de España en ese país y enviaron la solicitud de petición de auxilio acogiéndose al artículo 38 de la Ley de Asilo. Dos meses después comenzaron una huelga de hambre ante la ausencia de respuesta. En mayo tomaron declaración a la mujer y comenzó el proceso con el envío de la soliciud a Madrid. Desde entonces sólo ha habido más que silencio.
Y así han ido pasando los meses hasta que a Juan se le terminó su visado de turista y continuó allí de forma ilegal con tal de no dejarla sola. El 15 de junio, Cabo verde le comunicó que debía abandonar el país en los próximos 10 días y que tenía prohibido regresar en el plazo de dos años por haber incumplido la fecha de ese visado. Aunque ella no ha recibido aún esa notificación, Juan considera que, a efectos prácticos, es una notificación de expulsión para la mujer, que quedaría "sola, desprotegida y desnuda", ha lamentado este vecino en declaraciones a Radio Cádiz.
Ella, defensora de los derechos de las mujeres en su país, quedaría completamente vulnerable si vuelve a Siria, donde se tendría que enfrentar a tres condenas de pena de muerte según determinan las leyes de ese territorio. Una, por no ser musulmana; otra, por haber huido sin el permiso paterno; y la tercera, por haber escapado de su casa con un hombre que no es su marido. Por tanto, Juan mantendrá su lucha y permanecerá a su lado para que no se quede sola en un país desconocido, Cabo Verde, donde se habla un idioma que ella ni siquiera entiende.
Desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía han denunciado esta situación, al tiempo que han lamentado que, habitualmente, el procedimiento de la administración siempre es el mismo: dificultar las solicitudes de asilo. Toché García, del área de migraciones de la asociación, ha recordado en el curso de una entrevista en Hoy por Hoy Cádiz que la ley ampara a ambos y que es la embajadora de España en Cabo Verde la que puede activar el traslado a España para ponerles a salvo y, una vez aquí, poder continuar con el proceso de solicitud de asilo.
Manu Sola
Redactor y locutor de informativos. Se incorporó...