Niña Pastori en La Línea Música

La Línea de la Concepción

El próximo 30 de junio Niña Pastori ofrecerá un concierto en La Línea de la Concepción, dentro del ciclo En La Línea Música dentro de su gira 2023.

Lleva 25 años de éxito, empezó desde muy niña, a los 8 años se subió por primera vez a un escenario y con tan solo 12 se fijó en ella nada más y nada menos que Camarón de la Isla, ha consolidado un sello personal e inconfundible, eres una de las artistas más respetadas en tu ámbito.

Aunque disfrutas de la pureza del flamenco con Camarón y a Rancapino, a Aurora Vargas y a Juana la del Revuelo, a Chano Lobato y a Pansequito, has sido innovadora en este arte y te has labrado un sonido característico, con ritmos y matices particulares que te distiguen de todos, una apuesta por nuevos sonidos, Maria Rosa Garcia de la Isla, tierra de cuna flamenca.

Nuevo trabajo "Camino".

BON DÍA

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Empieza con este tema dedicado a Barcelona, y es que el camino nos lleva a los lugares amados. Una canción alegre para una ciudad y un público por el que ella se siente siempre arropada y muy querida. Imposible no pensar en “Cai”. De alguna mágica manera, las canciones que hablan de una ciudad, sea cual sea, te transportan al hogar.

YO NACÍ PARA VENCER

La fuerza más grande que uno puede llegar a sentir, emana de la fragilidad. Aquí hay un canto a la fortaleza desde los momentos vulnerables del camino. Arranca con unos versos de Juan Antonio Jiménez, «El Jero». Contundente, profunda, dolorosa. “Yo nací para vencer” es una bulería muy especial, con arreglos de r&b.

OSÚ QUÉ NIÑA

Dice la letra: “me cuenta sus secretos que son transparentes”. Diría que es mi verso favorito. No hay sentimiento más puro que la felicidad que nos invade al escuchar la risa de quienes queremos. El camino es este amor que se detiene en cada detalle porque sabe que en cada uno hay un tesoro.

Siento que Camino es un paseo por la vida, una invitación a transitar por los lugares elegidos y por los lugares impuestos. Mano a mano con Chaboli en la producción y la composición, Niña Pastori empuja desde su universo esas ganas que a veces se quedan dormidas en el alma. Esas que nos mueven a rescatar todo aquello que marca la diferencia entre vivir y estar vivo. Esas que nos impulsan a saborear el instante y a detenernos en el brillo de lo cotidiano. Ese espíritu me recuerda a unos versos de Benedetti conocidos por todos: “No te quedes inmóvil/ al borde del camino/ no congeles el júbilo/ no quieras con desgana/ no te salves ahora/ ni nunca/ no te salves”. Tampoco resta crudeza a las sombras. Lo que duele también lo recoge y lo traduce porque forma parte del proceso y del caminar. No renuncia a la verdad, pero tampoco renuncia a seguir adelante con ese latido de optimismo que impregna en cada proyecto.

VERDES COMO LOS MÍOS

Y es que la pérdida es parte del camino. Somos también por quienes ya no están, para que sigan existiendo en cada nuevo recuerdo. Este dolor está tan bien dicho y tan bonito contado que se clava y se siente como si fuera propio. Sólo quien ha perdido a alguien sabe que el olvido no existe.

Y DE REPENTE

Qué sería del camino sin nuestros maestros… Este tema de amor/dolor, abre espacio para homenajear a grandes figuras del flamenco como Camarón o Paco de Lucía, y lo hace a través de la palabra y a través del sonido. Una de esas paradas necesarias en lo auténtico, lo puro. Una de esas paradas para recordar de dónde venimos.

REGOLETA

Otro trozo de amor en el camino. Una salsa que se te mete por los pies y te levanta del asiento. Una regoleta es algo pequeñito, inquieto, como un renacuajo que se mueve mucho. Qué importante señalar todo lo bonito que hay en el corazón, decir lo que las personas importantes significan, y qué bonito bailarlo también.

Me cuenta María que Camino empieza a gestarse varios meses después del inicio de la pandemia. Que cuando todo estalla, ella venía de publicar Realmente Volando, grabado en directo en el Teatro Real de Madrid en uno de los conciertos de su gira Bajo tus alas. Lo hizo rodeada de su banda y de compañeros de profesión como son Manuel Carrasco, India Martínez, Miguel Poveda, Pastora Soler, Antonio Orozco, Malú y Rosalía. Esta coincidencia en el tiempo, por suerte, la acompañó favorablemente (dentro de las circunstancias) ya que hizo que el calendario no se rompiera mucho a nivel laboral. Pasada una temporada, llega el momento de empezar a componer. Estando tan ligados los sentimientos a las letras, uno viene empapado de lo que ha vivido y lo vuelca en las canciones. Como diría Lorca: “Voy camino de la tarde/ entre flores de la huerta,/ dejando sobre el camino/ el agua de mi tristeza”. Y es que donde uno derrama sus lágrimas también está regando las flores que vendrán.

CAMINANTE

El camino es también sentir que formamos parte de algo. El camino es un lugar de encuentro. Dentro de nuestra individualidad, compartimos un sendero. Esta canción es un himno a la solidaridad y la empatía. Guarda una historia muy especial. Una de esas donde la cabeza y el corazón se alinean con la voluntad para dar paso a la acción.

PON QUE DALE

Dedicado a la música, que es ese idioma que sólo habla el que lo siente. Me dice María que es un homenaje por todo lo que la música le ha dado. Y yo agradezco a la música eso que le ha dado, porque así nosotros tenemos lo que ella nos da. Qué sería de este camino, que es la vida, sin canciones.

COCO LOCO

En “Coco Loco” hay una parada cariñosa, amorosa, divertida. Quien ha tenido el coco un poco loco alguna vez, sabe que el amor nunca debe perder esa inocencia que lo limpia todo.

LA TIERRA

El disco cierra aquí con un trozo de memoria. “La Tierra” es una letra clásica que entonaba Fernanda de Utrera por bulería y por soleá. María lo interpreta con tanta verdad que sientes en la garganta cómo se rompe su voz. Esta canción es un puñal de resignación al corazón. Un canto a seguir adelante, a pesar de la pena. Y volviendo a citar a Antonio Machado: ¡Amargo caminar, porque el camino pesa en el corazón!

Una de mis poetas favoritas, Alfonsina Storni, dice en un poema que habla sobre quiénes somos y cómo nos ven con el paso del tiempo: “Seguiré mi camino lentamente,/ Mi mirada a los ojos mirará,/ Irá muy hondo/ la mirada mía,/ Y alguien, en el montón, comprenderá”. Creo que Niña Pastori es especialista en decir con la mirada, y creo que este disco está lleno de su forma honda de mirar. Nombra los sentimientos que trascienden y abandonan su propio nombre, aquellas emociones que nos inundan y brillan hasta borrar las palabras de nuestra boca. Teje raíces profundas que se nutren de la tierra y teje raíces ligeras que vuelan hasta el cielo.

Pone en valor lo importante: el tiempo con los seres queridos, conocerse mejor, la necesidad de permanecer atentos a la felicidad, el no tener prisa, generar momentos especiales porque, quién sabe, igual mañana no se puede. Resulta fácil, a veces, olvidarse de lo importante.