Pablo Pin: "En el Covirán, el primer equipo no es lo más importante"

Granada

Lo dice así, y se queda tan a gusto porque está convencido y porque el día a día demuestra que es una realidad, que en el Covirán, en la Fundación CB Granada, “el primer equipo no es lo más importante. Si hubiese ganado el Betis al Madrid en el último partido y consumado el descenso rojinegro, la cantera, la estructura, la afición ahí estarían”.

Y reconoce que cuando, en su calidad de director deportivo, decide el fichaje de un jugador, "ha de integrarse y responder a lo que somos; debe saber que si se cruza con un niño o una niña de la cantera debe detenerse con una sonrisa y atenderles".

Quien habla no es Fernando, ni Nacho ni Javi Pin, aunque mil veces haya pasado por ellos. Habla el menor de la saga, Pablo, quien comenzó a entrenar por la inercia de la costumbre familiar a los 16 años y a sus 40 primaveras ya acumula 11 al frente de un proyecto que nació en un café con (el ahora presidente) Óscar Fernández. “Óscar era el director de cantera y me estaba planteando que yo dirigiese al equipo juvenil pero entonces yo le sugerí inscribir uno senior en Primera Nacional”, relata Pablo.

Así comenzó a crecer una historia que una década después ha desembocado en un proyecto de ciudad, que desborda ilusión, con decenas de patrocinadores, con cientos de niños y niñas formando parte de los equipos de cantera y con un pabellón que aplaude a los suyos con orgullo aunque el resultado sea adverso. Es la fortaleza coral del Covirán, un canto coral al baloncesto alentado por la ilusión de quienes lo sostienen cada día.