El grupo de pronto auxilio Siete Fincas, preparado un año más para proteger la sierra de Córdoba

Córdoba

Desde hace 35 años, voluntarios de la urbanización Siete Fincas y de otras zonas pobladas de la Sierra trabajan de manera altruista y organizada contra cualquier tipo de incendio. Todos los veranos actúan ante inicios de fuegos de los que, afortunadamente, no llegamos a saber gracias a su rápida actuación.

En este momento, hay operativos unos 70 voluntarios "de prácticamente toda la sierra", tal y como explica su coordinador, Juan Jiménez. "Todos los veranos estamos preparados, equipados y capacitados para una intervención", asegura.

La vegetación cada vez está más seca y, por tanto, el riesgo crece. Los voluntarios realizan una formación continua del INFOCA, cuenta con Equipos de Protección Individual (EPI) y material de extinción.

No solo actúan en la extinción de conatos de incendio, sino con labores de planificación ante posibles evacuaciones. En los últimos años, además del INFOCA, cuentan con la colaboración del Ayuntamiento de Córdoba y reciben material y equipos para intervenciones.

Los voluntarios forman parte de un grupo de "alertas" a través de Whatsapp con personal responsables de las distintas urbanizaciones de la sierra, de mantenimiento o Protección Civil. "Ante indicios de fuego, se genera la alerta y nos activamos. Tenemos material en distintos puntos de la sierra y los voluntarios que estén más próximos cogen material de extinción y se van para allá. Si es un conato y se puede resolver rápidamente, que es en lo que nosotros somos muy efectivos, podemos apagar un fuego. Si se inicia un incendio con cierta violencia, damos un paso atrás y son los profesionales los que deben intervenir. Y nosotros nos limitamos a ayudarles", explica Juan Jiménez.

Además, realizan tareas como señalizar el acceso al incendio o cómo evacuar una urbanización. "Hay labores secundarias en las que también somos muy efectivos", afirma.

Jiménez confirma que prácticamente todos los veranos hay conatos de incendio en la sierra, aunque no llegan a trascender porque son rápidamente atajados. El año pasado, en un conato de incendio se quemaron varias hectáreas y gracias a una rápida actuación de las administraciones y del apoyo de estos voluntarios no llegó a más. "En la sierra nos podemos encontrar con una población de más de 20.000 personas. Y en caso de emergencia, movilizar a esas personas es muy complicado. Y el incendio del año pasado se quedó a las puertas de provocar una auténtica catástrofe", añade.

El grupo de voluntarios sigue sumando participantes, aunque más lento de lo que les gustaría. Según Juan Jiménez, "todos los años se incorpora alguna persona joven". Aunque hay integrantes, como Juan, que llevan muchos años. Y el relevo es importante. Además de valorar la importancia del conocimiento de la sierra, "de nuestro entorno".

Juan pide "prudencia" a los ciudadanos que disfrutan en esta época de la sierra. Y sobre todo de cara a la realización de barbacoas, que provocan bastantes incidencias de este tipo en la zona.