A la pista de la túnica perdida de la hermandad de Jesús

Morón de la Frontera

Hace unos años, unos vecinos de Morón se encontraron con un hallazgo sorprendente para el patrimonio cofrade de la hermandad de Jesús: el cíngulo perdido de la antigua talla del Señor, que fue destruida en la Guerra Civil, en 1936. Aquella pieza fue salvada, oculta por un hermano que la mantuvo en secreto hasta que, antes de fallecer, se lo confesó a sus hijos. La familia Muñoz hizo entrega del cíngulo a la hermandad en el año 2015, casi ochenta años después de la pérdida. Ahora, ocho años después, la hermandad de Nuestro Padre Jesús de Morón, puede encontrarse ante otro descubrimiento mayúsculo de su patrimonio perdido en la barbarie.

Según ha podido saber este medio, la antigua túnica del Nazareno de Luis de Peña ha aparecido. Un anticuario la adquirió en Francia y la ofreció a una hermandad de Sevilla. Un grupo de expertos de la hermandad observó que el bordado no respondía a la tradición francesa, sino a la sevillana. Comenzó así una investigación que los llevó a dar con la imagen del Nazareno de Morón con esa misma pieza, con el mismo dibujo del bordado. Una túnica que estaría fechada, a falta de un peritaje más exhaustivo, a principios del siglo XIX, y que, como decimos, se creía perdida, destruida en la guerra.

Aunque fue esta hermandad la que puso en la pista sobre el origen de la pieza, no fue finalmente la que adquirió la túnica. Habría sido un grupo de fieles de la hermandad de los Gitanos el que la comprase, con la intención de regalarla al Nazareno de Sevilla. Tras conocerse la noticia, tocaba preguntarse qué es lo que va a hacer la hermandad moronense tras este descubrimiento. Fuentes de la corporación de la Madrugá han explicado que se han puesto en contacto en dos ocasiones con la hermandad de los Gitanos de Sevilla, sin éxito, dado que el hermano mayor estaría de vacaciones. No obstante, aseguran que han tomado nota y se pondrán en contacto con ellos.

Aun así, la postura de la hermandad de Jesús es clara. Tras ponerse en contacto con autoridades eclesiásticas, «primero para que no hubiese polémica y luego para asesorarnos», la recomendación fue ponerse en manos de Patrimonio y estudiar alguna acción legal, algo que descartan desde la hermandad. «No queremos meternos en litigios ni en ningún tipo de procedimiento legal», aseguran, «sino que vamos a tratar de llegar a un acuerdo con ellos, si es que son los que están en posesión de la túnica, para ver si nos la quieren vender». Porque todavía no hay constancia real de que los Gitanos hayan adquirido la túnica. «Si se puede recuperar, pues bien. Si no, pues ya está, pero desde la hermandad no vamos a forzar nada».

De esta manera, para que la hermandad recupere la túnica, que se creía destruida y perdida en la Guerra Civil, toca, por un lado, ponerse de acuerdo con la hermandad que la haya adquirido. Pero también queda por resolver otro asunto. Certificar si, efectivamente, esa es la misma túnica y no una parecida. Hablamos con Manolo Solano y Francisco Coronado, expertos moronenses en patrimonio cofrade, y ambos coinciden en que estamos ante la túnica perdida de la hermandad de Jesús. «Si se recuperase, estaríamos hablando de la pieza más antigua de la hermandad».

De momento, y a falta de conocer el nuevo capítulo de este descubrimiento, la noticia está en que una túnica de gran valor de la Semana Santa de Morón de la Frontera ha sido recuperada de las garras del fuego y la barbarie, independientemente de dónde se encuentre.