La Bodega de San Lorenzo nos acoge en el día del santo patrón del barrio

Sevilla

Un año más llegó el 10 de agosto, festividad de San Lorenzo, donde el espacio más refrescante del programa Hoy por Hoy de Verano, ¡Qué rica está la cervecita!, tiene por tradición ir hasta el barrio homónimo en la capital hispalense del mártir de la parrilla para recordar su memoria.

Hace más de una década arrancó esta costumbre en la Abacería de San Lorenzo del amigo Ramón López de Tejada, quien años después sigue haciéndonos de cicerone en otro de los grandes establecimientos del barrio. En concreto, este jueves hemos estado en la Bodega de San Lorenzo, en la calle Juan Rabadán esquina con Teodosio, casa fundada en 1864 y que hoy regenta al frente de la marca Taplato el amigo Ricardo Laguillo.

Da gusto confluir allí con feligreses de la talla del gran Miguelón de La Bofetá, el compañero Paquiño Correal o el investigador de todas nuestras costumbres y tradiciones Ramón Cañizares, quien asegura haber encontrado carteles de cultos dedicados al santo en estos días -uno de ellos bajo estas líneas-, aunque no de una anhelada y deseada procesión en la que bien se podría sacar no al titular del altar mayor, de Felipe de Ribas, y sí a una imagen de menor tamaño obra del insigne Martínez Montañés y que se ubica en la capilla que hay frente a la de la Soledad de San Lorenzo.

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Pero vamos al tema que quema porque, entre cervezas "frías como beso de suegra" y excelentes vinos, el comensal bien puede deleitarse con un chicharrón de Cádiz de máxima categoría o algunas de las variadas especialidades en forma de 'montaítos' que nos ofrecen en su amplia carta de tapas.

Ah y me piden que recuerde que no nos agobie agosto, la Bodega San Lorenzo está abierta de lunes a viernes -incluido el puente de la Asunción- en horarios de 12:00 a 16:00 y de 20:00 a 24:00 horas con el aire acondicionado en perfecto estado y la cerveza gélida. En una palabra: "agostean por nosotros".

Una cosa más sobre todo para los amantes de las cofradías: en uno de sus ventanales "flipen" con la talla en miniatura del Cristo de las Misericordias de Santa Cruz o los ojos de la Esperanza, dos de las grandes devociones del ya citado Ricardo Laguillo. A disfrutar.