Suben las agresiones a los árbitros de fútbol: "El puñetazo me dejó inconsciente varios minutos"

Málaga

Son ya varios los árbitros en Málaga que denuncian que siguen sufriendo agresiones verbales y físicas a pesar de los protocolos que han implantado tanto la federación nacional como la territorial. "Estaba de espaldas y un individuo me propinó un fuerte puñetazo que me dejó inconsciente durante varios segundos", es el testimonio de Cristóbal Herrera, árbitro del comité malagueño, que sufrió una agresión esta temporada en un partido regional.

Estos incidentes han provocado que la federación andaluza incentivara varias protestas a lo largo de la temporada. En especial, tras el pasado mes de abril, cuando se produjeron dos agresiones físicas en la comunidad. La más grave fue la que sufrió un árbitro en la localidad gaditana de Los Barrios en un partido de prebenjamines (niños entre los 5 y 6 años).

Los nuevos protocolos permiten al árbitro detener el partido cuando exista algún comportamiento violento, sea verbal o físico. Una simple amenaza o insulto, normalizados en el arbitraje, son motivo suficiente para detener un encuentro y abordar, con las autoridades pertinentes, cualquier incidente. "Por suerte, estos protocolos nos permiten parar el partido. Lo que deberían controlarse especialmente son los insultos a nivel personal", explica Luis Miguel Leiva, que cree que "si siguen existiendo" este tipo de comportamientos "algo hay que hacer".

"Cuanto más pequeños sean los niños, más hay que intervenir. Lo más importante es la educación", así lo explica Ángel Jiménez, conocido como "Árbitro de la Paz", que lamenta que "muchos árbitros en fútbol base no los están cumpliendo, y por ahí hay que empezar. Los árbitros deben actuar ante este tipo de situaciones". Jiménez es cofundador de la Plataforma 0-90, 0 agresiones en 90 minutos, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Málaga.

Ángel Jiménez, cuando ejercía de árbitro, realizaba charlas de concienciación a padres, entrenadores y jugadores para mejorar la convivencia y el respeto. "Yo le pedía a los jugadores que me dijeran cuándo me equivocaba, si cometían algún penalti que lo reconocieran", asegura Jiménez. Los árbitros deben lidiar con el error humano, porque es inevitable. Apelar a la honestidad de los jugadores no es habitual. ¿La competitividad y el respeto pueden llegar a ser algún día aliados en los terrenos? En ello trabaja esta plataforma, a la que se han adherido tres clubes, pero en la que colaboran todos.

Cada vez son más las mujeres que se animan a arbitrar. En un mundo masculino y expuestas a la opinión pública deben lidiar con comportamientos machistas. "Desgraciadamente los insultos son habituales en los campos de fútbol y ser mujer agrava todos esos comentarios. Insultos como `vete a fregar´ o insultos sexuales, donde cosifican tu cuerpo. Te puedes llegar a sentir muy incómoda", relata Carmen Palma, árbitra de la Federación Andaluza de Fútbol, que admite que se ha sentido en alguna ocasión amenazada.