Vestirse de flamenca: una tradición que pasa de madres a hijas
Durante la semana de la feria son muchas las malagueñas que siguen apostando por lucir sus vestidos de volantes junto a sus familias y amigas
Vestirse de flamenca: una tradición que pasa de madres a hijas
Málaga
Hablar de la feria de Málaga no es hacerlo solo sobre las fiestas y los eventos que hay estos días. La tradición adquiere también un papel muy importante. Y es que, durante esta semana, no sólo se adorna la ciudad. Es común ver que tanto las malagueñas como los turistas aprovechan y sacan sus trajes de flamenca del armario. ¿Lunares o sin estampado? ¿vestirse con amigas o en la familia? ¿mantón antes que una flor? son muchas las preguntas que surgen a la hora de preparar el conjunto de flamenca.
La mayor parte de la clientela de la moda flamenca son las mujeres. Es por ello que son muchas las malagueñas de diferentes edades que afirman que a día de hoy siguen queriendo lucir un vestido de flamenca durante la feria. Ni siquiera las temperaturas tan elevadas que se están registrando estos días suponen un impedimento para aquellas que ven este acto como una actividad más de la programación.
Este año, en las tiendas están notado como los accesorios adquieren una gran importancia. Aunque las preferencias personales se abren como un abanico que abarca los lunares, los volantes, transparencias, flecos, bordados, estampados florales, cada vez son más las mujeres que deciden comprarse un vestido sencillo al que añadirle unos pendientes artesanales, un mantón de manila y una gran flor para el pelo. Los precios al igual que la elección del tipo de traje depende del perfil de la clienta, pero se pueden encontrar vestidos por unos 100 euros.
Pese a todo, son muchas las madres que piensan que se han hecho demasiado mayores como para ponerse una bata rociera o un traje de flamenca y ven los años en los que sí lo hacían como algo lejano. Este es el caso de Encarni y de Rocío. Ambas disfrutaban cuando tenían 20 años de la emoción con la que sacaban sus vestidos con volantes y lunares del armario y se paseaban con ellos por las calles del centro de Málaga. Ahora, para no perder la tradición y como siguen siendo aficionadas a la moda flamenca, salen junto con sus hijas a la búsqueda de un vestido y los complementos a juego.
Carmen, sin embargo, tiene una idea totalmente diferente. Ella está jubilada y piensa que para vestirse de flamenca no hay edad, ya que es algo que sigue haciendo en cada feria. Explica que tiene tanto vestidos largos como cortos y que los va alternando según el tiempo que haga. El año pasado, por ejemplo, cuenta que se puso una falda de volantes, una camisa blanca y una flor bien grande en el pelo para sobrellevar las temperaturas de la mejor manera, y este año posiblemente hará lo mismo.
La tradición de vestirse de flamenca es una costumbre que suele pasar de generación en generación dentro de una misma familia, pero lo bueno que ofrece este tipo de moda es que tiene una gran variedad de trajes y complementos que seguro adornarán cualquier conjunto durante estos días de feria. Ya se puede escuchar el reportaje completo hecho en el programa de Hoy por Hoy de la Cadena Ser en Málaga.