El Miura 1 aguarda ya en la base del INTA de Mazagón una nueva ventana de lanzamiento en septiembre u octubre
Los responsables de PLD Space están a la espera de los permisos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
Huelva
El Miura 1, el cohete diseñado y construido por la empresa ilicitana PLD Space, ha llegado este martes de nuevo a Huelva y se encuentra ya en la base de lanzamiento a la espera de cerrar una nueva fecha para su viaje al espacio después de los dos intentos fallidos de mayo y junio.
Así lo ha comunicado la empresa a través de su perfil en la red social X, antes Twitter: "¡De vuelta en Huelva! ¡El MIURA 1 ya está en nuestra base de lanzamiento tras el verano!", han escrito.
Al mismo tiempo han anunciado el inicio de conversaciones con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) para anunciar la próxima ventana de lanzamiento: "¡Estamos listos para hacer historia!", han añadido.
Fue el pasado 27 de junio cuando desde PLD Space informaban de la decisión de posponer el lanzamiento del Miura 1 a septiembre "debido al obligado cumplimiento de la normativa en relación a prevención de incendios forestales, las altas temperaturas en Huelva y a la necesaria coordinación con la Guardia Civil".
El primer intento de lanzamiento se produjo el 31 de mayo, día en que la misión tuvo que ser abortada ya en la fase final por fuertes rachas de viento en altura que no garantizaban la seguridad.
El segundo tuvo lugar el 17 de junio y en aquella ocasión, aunque se llegó lejos en el proceso, tampoco pudo ser completado, por un "abort" automático en el momento de encendido del motor.
Los lanzamientos se coordinan desde el Centro de Experimentación de El Arenosillo del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), una instalaciones próximas en la base militar de Médano del Loro donde desde este martes vuelve a estar el cohete.
El vuelo se prevé que tenga una duración de 6 minutos en el que las condiciones de microgravedad y apogeo se alcancen a 80 kilómetros de altura; finalmente, un equipo de PLD Space se encargará de la recogida del cohete en el Océano Atlántico una vez se haya completado el amerizaje.
Su objetivo principal es comprobar el funcionamiento de tecnologías clave en vuelo, algo que hasta la fecha no se ha podido realizar y que incluye el perfil de empuje del motor en condiciones de vuelo, el comportamiento aerodinámico del lanzador, el seguimiento de la trayectoria nominal, el comportamiento nominal de todos los subsistemas bajo condiciones reales y la exposición a condiciones espaciales reales.
Esto permitirá "recabar el mayor volumen de información posible para la validación y diseño de la tecnología que posteriormente se transferirá e integrará en Miura 5"; además, la misión posibilitará al Instituto de Investigación ZARM estudiar condiciones de microgravedad recopilando información necesaria para realizar experimentos científicos en futuros vuelos suborbitales.
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