Este jueves, el mundo del arte y la música lamenta la pérdida de una de las voces más queridas de Sevilla, María Jiménez. La trianera, conocida por su poderosa voz y su innegable carisma, falleció alrededor de la 1:00 de la madrugada de este jueves a la edad de 73 años, rodeada de sus seres queridos. La capilla ardiente de María Jiménez se abrirá a partir de las 13 horas en el Salón Apeadero del Ayuntamiento de Sevilla y la entrada se efectuará por la puerta del salón en la avenida de la Constitución. La capilla ardiente estará abierta hasta las 22 horas. Mañana viernes, el horario será de 8 a 10 de la mañana. Hasta las 20:30 horas de este jueves, más de 30.000 personas han acudido ya a darle el último adiós a la artista. Este viernes, la Parroquia de Santa Ana del barrio de Triana, acogerá, en torno a las 11:30 horas, la misa de funeral de María Jiménez. La artista sevillana, a lo largo de su vida, expresó su deseo de despedirse de la ciudad que tanto amaba una vez que llegara su momento final. Tras la misa, el féretro será trasladado al cementerio de Sevilla en coche de caballos, tal y como ha confirmado Francisco Moreno, presidente de la Fundación María Jiménez y a lo que el Consistorio ha dado el «visto bueno». Los sevillanos han tenido la oportunidad de rendir homenaje y despedirse de María Jiménez en el Salón Apeadero del Ayuntamiento, donde se ha instalado su Capilla Ardiente. El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, quiso dedicarle unas palabras en sus redes sociales, refiriéndose a ella como «Trianera universal y sevillana de raza. Con María Jiménez despedimos a una artista que marcó toda una época». En otra publicación, Sanz ha destacado la elevada cifra de vecinos que han ido a despedirla, entre los que está él mismo. María Jiménez, nacida el 3 de febrero de 1950 en el barrio sevillano de Triana. Criada en un entorno humilde, su pasión por la música la llevó a Barcelona a los 15 años, donde dio sus primeros pasos en el escenario del tablao flamenco Villa Rosa. Allí, con una actuación improvisada, conquistó al propietario y se convirtió en una presencia habitual en los carteles, ganando 200 pesetas diarias, una suma considerable en 1965. Después de dos años en Barcelona, regresó a Sevilla para cantar en el tablao Los Gallos y posteriormente se trasladó a Madrid, donde trabajó como cantante y bailaora en el tablao Las Brujas. Fue en esta etapa cuando el influyente periodista Emilio Romero la apodó «La Pipa», un título que daría nombre a su primer disco en 1975. El primer álbum de María Jiménez incluía una variedad de géneros musicales, desde rumbas hasta baladas, demostrando su versatilidad. Sin embargo, fue en 1978 cuando lanzó «Se acabó», un sencillo que se convirtió en un éxito rotundo en España y México, destacando por su letra desafiante que abordaba temas de maltrato. A lo largo de los años ochenta, María continuó grabando y lanzando álbumes. En 2001, colaboró con el grupo La Cabra Mecánica en la canción «La lista de la compra», que llegó a la cima de las listas de éxitos en España. En 2002, publicó el disco «Donde más duele (Canta por Sabina)», donde versionó canciones de Joaquín Sabina. Su última producción musical, «La vida a mi manera», se lanzó en 2020 e incluyó colaboraciones con artistas como Pitingo y Miguel Poveda. Aquel año, recibió el premio Radiolé. Al recibir el premio, explicó: «Lo he hecho con alma, corazón y vida. Con mucha rebeldía, con mucha pena y con las entrañas. Como canto siempre». Además de su carrera musical, María Jiménez dejó su huella en la gran pantalla, participando en películas como «Manuela» (1976), «Perdóname, amor» (1982), «¡Ja me maten!» (2000), «Yo puta» (2004) y «Los managers», entre otras. En la televisión, también actuó en series de ficción como «Hostal Royal Manzanares» (1996) y «Todos los hombres sois iguales» (1997).