Resultados "esperanzadores" de los trabajos del Instituto de Arqueología Ibérica de la UJA en Italia

Jaén

Un poco más de dos semanas va a durar este año la campaña que el Instituto de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén está llevando a cabo en la región de Las Marcas, en Italia, cerca de la localidad de Fossombrone, donde las fuentes documentan que se desarrolló la importante Batalla del Metauro, una de las más trascendentes de la historia del país. Allí, los nueve integrantes de la expedición jiennense están obteniendo "resultados esperanzadores", tal y como ha señalado a Radio Jaén, Miguel Ángel Lechuga, codirector del proyecto.

La campaña este año va a durar algo menos, aunque tal y como avanza Lechuga, "es el resultado de un trabajo previo de investigación y documentación" que con sistemas de "información geográfica" les permiten plantear las zonas de muestreo de manera previa para llegar luego directamente y trabajar sobre el terreno. "Vamos a tiro hecho", añade.

El proyecto es una continuación de una de las principales líneas de investigación que tiene el instituto y que se centra en las guerras de la antigüedad. Por eso ya han estado casi 15 años trabajando en el desarrollo de una línea metodológica de investigación, diferente a las excavaciones tradicionales, sobre la Batalla de Baécula y que ha supuesto, según Miguel Ángel Lechuga, "un hito desde el punto de vista de la arqueología", ya que se trata de la única batalla que conocemos en todo el Mediterráneo de finales del siglo III, en el contexto de la segunda Guerra Púnica, que se conoce arqueológicamente.

Lo han hecho así porque según el arqueólogo, "una batalla de la antigüedad tiene tales dimensiones, es tal enorme, que una excavación tradicional no puede abordarla". "Hemos desarrollado una metodología compleja que sí nos permite documentar las huellas de esa batalla. Así, aquí en Italia, en la zona de la Batalla del Metauro en la que estamos trabajando, el proyecto viene a ser una continuidad para constatar si funciona esa metodología empleada en Baecula o en Puente Tablas en una zona diferente pero en un contexto similar, ya que la batalla italiana fue un año después de la de Baécula. Incluso algunos de sus protagonistas, como el general Asdrúbal, está presente en ambos enfrentamientos. En Baecula está en el 208 AC y al final de la batalla logra huir de forma ordenada y se traslada hasta Italia y poco menos de un año después se enfrenta en la zona del Metauro a tres ejércitos romanos", señala Lechuga.

La idea del proyecto es seguirle la pista desde el punto de vista arqueológico, que hasta ahora tenía un defícit porque no era capaz de rastrearse cómo era de grande, qué consecuencias tiene o qué materialidad genera un conflicto de la antigüedad, porque hay que tener en cuenta que eran enfrentamientos de cientos y miles de personas

Desde el Instituto de Arqueología Ibérica de la UJA confirman que están comprobando que la metodología sí funciona, aunque estén en una fase inicial del proyecto, buscando zonas óptimas en las que emplearla para tratar de documentar si aún queda algún tipo de evidencia de ese conflicto en la zona, es la fase inicial de muestreo. "Tenemos una zona de trabajo enorme, la zona inferior del curso río Metauro, decenas de kilómetros, pero dentro de esta área tan amplia sí hemos seleccionado zonas de muestreo que algunas de ellas están comenzando a dar resultados", añade el director.

Las jornadas de trabajo en Italia están siendo bastante intensas porque aprovechan desde que amanece bien temprano para trabajar en el campo y por la tarde, después de comer y tras un breve descanso, realizan el trabajo de registro para documentar todo el material, que se limpia, se fotografía y se pesa para introducirlo en un sistema informático que luego permite plantearle preguntas al territorio y la materialidad y explicar dónde pudo localizarse la batalla. "Las piezas las tenemos que dejar custodiadas en el Museo de Fossombrone. Tenemos una ventaja porque en Baécula ya hemos documentado una batalla un año antes. Qué materiales se generan un año antes. Por ejemplo proyectiles de plomo, el calzado militar romano con las pequeñas tachuelas que van dispersándose por el campo o tipos de monedas concretas que podemos fechar con seguridad en el año 208. Si esos materiales o alguno de ellos lo podemos localizar aquí en el Valle del Río Metauro la próxima fase del proyecto será mucho más intensiva", aclara Miguel Ángel.

La batalla de Metauro supuso un punto de inflexión del declive de la presencia de los cartagineses en Italia, por lo que para los italianos es una seña de identidad, algo que la sociedad tiene muy asumido. "Fue una de las grandes victorias romanas", concluye el director de los trabajos.