Archivada la querella de Elías Bendodo contra Amparo Rubiales por un posible delito de odio

Sevilla

El juzgado de instrucción número 2 de Sevilla ha archiva la querella del coordinador general del PP, Elías Bendodo, contra la ex presidenta del PSOE de Sevilla, Amparo Rubiales, por un posible delito de odio por llamarlo "judío nazi" a través de las redes sociales. No hay incitación al odio para conseguir objetivos políticos en esas palabras ni la expresión supone provocar un riesgo para las personas o para el sistema de libertades. Tampoco ha reiterado publicaciones de índole similar.

Dice el tribunal que se basa en jurisprudencia del Constitucional, que no aprecia en este supuesto la existencia de incitación al odio o a la violencia. Enmarca las manifestaciones de Rubiales en el ejercicio legítimo a la libertad de expresión y opinión con ocasión de unas críticas políticas vertidas por Bendodo quien acusó de tramposo al presidente del Gobierno por convocar elecciones generales anticipadas.

El auto se puede recurrir y el juez recuerda que Bendodo puede reclamar una indemnización por la vía civil.

Comparecencia ante el juzgado

El Juzgado de Instrucción número dos de Sevilla acogía este pasado 13 de septiembre la comparecencia de la que fuera presidenta del PSOE de Sevilla Amparo Rubiales, en calidad de investigada por la querella interpuesta en su contra por el PP a cuenta de un posible delito de odio derivado de tachar en la red social Twitter de "judío nazi" al coordinador general del PP y exconsejero andaluz Elías Bendodo. A la hora de declarar, Rubiales habría expuesto que se trató de una expresión "coloquial" y habría negado cualquier ánimo "peyorativo o antisemita".

Amparo Rubiales estaba citada a comparecer a las 11,15 horas ante dicha instancia judicial, acudiendo al edificio de los juzgados del Prado de San Sebastián pocos minutos antes en compañía de su abogado, Adolfo Cuéllar, tras lo cual pasadas las 11,30 horas comenzaba su comparecencia, finalizada pocos minutos después.

Durante la misma, según han informado fuentes del caso, Amparo Rubiales habría defendido que a la hora de publicar dicho comentario en la red social Twitter se expresaba en términos "coloquiales", del mismo modo que circulan recriminaciones como "facha o rojo", negando así cualquier "intencionalidad peyorativa o antisemita". Así, la histórica dirigente socialista habría insistido en que sus palabras no tuvieron nunca una "finalidad peyorativa".