Córdoba

Atravesar la meta de la maratón de Boston marcó la casilla de salida de una nueva carrera para el ingeniero José Luis Rojano. Es el director general de WUG Functional Gums, una empresa de goma de mascar instalada en Baena (Córdoba) que a día de hoy bate récords en número de patentes registradas en su sector. "Cuando íbamos a empezar a correr, un amigo que está afincado en Estados Unidos me ofreció un chicle con cafeína porque decía que le ayudaba a rendir mejor y quise probarlo", explica. Se daba entonces el pistoletazo de salida para considerar los llamados chicles funcionales una línea de negocio que, a día de hoy exporta, desde Andalucía, a más de treinta países.

El concepto es simple: chicles 'enriquecidos' con algún compuesto que puede tener un impacto directo en el organismo, como son la vitamina B12, la melatonina, el extracto de guaraná o los betacarotenos. La ejecución, sin embargo, no es tan sencilla, explica el directivo de la compañía. "Empezamos en 2013 desarrollando el chicle con cafeína y utilizábamos a nuestros amigos como catadores", bromea, "y aunque nos decían que el efecto era inmediato, reconozco que el sabor era absolutamente insoportable".

Así que decidieron forjar una alianza con empresas del sector de la confitería localizadas en Francia y Alemania para desarrollar la cobertura de estas gomas de mascar, poniéndoles la condición de que no añadieran azúcar. De esta forma, en la provincia de Córdoba se elabora el interior del dulce y se realiza la mezcla con los compuestos añadidos. Después, viaja fuera de las fronteras nacionales para convertirlo en pequeñas grajeas agradables para el gusto. Y, por último, el producto regresa a Baena para su envasado y distribución.

La gama que ofrecen pasa por chicles para activarse o relajarse, para combatir la resaca, complementar la dieta e incluso para intensificar la experiencia durante las relaciones sexuales, aseguran. Este último, el Clímax Gum, es el más vendido a nivel mundial, según los registros de la compañía.

Rojano asegura que su producto se "asienta sobre evidencias científicas, especialmente en lo relativo a la velocidad de absorción de las sustancias". De este modo, detalla que "la ingesta de una sustancia por vía sublingual es mucho más efectiva que con cualquier complemento que necesitemos digerir, como una barrita energética o una bebida". Con todo, puntualiza, "nuestros chicles no son productos milagro". Así que, dice, "no por tomar un chicle saciante vas a perder peso inmediatamente; ni por consumir uno bronceador vas a conseguir resultados si no te expones a radiación ultravioleta; ni vamos a curar tu problema de insomnio".

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La absorción rápida es hoy codiciada por personas con horario nocturno o deportistas de élite y aficionados. De hecho, la selección femenina de fútbol se ha servido de los WUG en la conquista del mundial de Sydney. Y es que los chicles cuentan con certificado antidoping, pues la cafeína ya no está considerada una sustancia prohibida.

Pero la exportación de los chicles no es tan sencilla, explica Rojano, "porque son considerados como un complemento alimenticio, así que hay que lidiar con la legislación de cada país". La empresa cordobesa vende en toda Europa, Emiratos Árabes, Jordania, Estados Unidos, Ecuador o Colombia, pero siguen intentando entrar en el mercado mexicano. Y el CEO de la compañía puntualiza que "a día de hoy, España representa un mercado residual dentro de nuestro volumen total de ventas". Por ello, el reto que se han fijado en este año 2023 es intentar colocar su producto en grandes lineales de distribución, confirma el directivo.

INTERÉS DEL EJÉRCITO DE TIERRA:

El producto de la empresa afincada en Baena ha despertado el interés del Ministerio de Defensa. Especialmente del Ejército de Tierra, que en Córdoba cuenta con instalaciones como la base de Cerro Muriano, el Parque de Ruedas II o, próximamente, la Base Logística 'General Varela'.

En algunas de las las cajas de raciones militares se proporciona actualmente tanto una pastilla de cafeína como un chicle de menta para contribuir a la higiene dental de la tropa. Pero WUG se ha propuesto como una organización capaz de ofrecer las dos soluciones en una. "Nuestros chicles tienen xilitol, buen sabor y cafeína, por eso en Estados Unidos, las fuerzas armadas llevan años utilizando grajeas enriquecidas, porque allí sí hay más empresas que se dedican a este sector", dice Rojano.

"Desde hace años existen conversaciones abiertas con Defensa" y uno de sus principales suministradores de raciones, asegura. De hecho, uno de los últimos productos que la compañía ha lanzado al mercado, el chicle Military, tiene su origen en esas negociaciones. De una sola toma se ingieren 130 miligramos de cafeína. Es decir, el equivalente a tres tazas de café.

Sin embargo, para que WUG acceda al sector Defensa, el Gobierno debería realizar una modificación en los pliegos de contratación para sus raciones. Sería entonces cuando las empresas suministradoras de la fuerza terrestre podrían incluir un producto así.