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La Catedral de Sevilla agrupa en una interesante muestra diversos enseres de procedencia indiana

La exposición, que se puede visitar hasta el 15 de octubre, se reparte entre el tesoro de la Contaduría Baja del templo catedralicio y el archivo del Palacio Arzobispal

El comisario Antonio Joaquín Santos, ante las vitrinas de la exposición / Paco García

Sevilla

La Sala Capitular de la Catedral de Sevilla ha acogido este lunes la presentación de la muestra 'Plata y otras dádivas indianas en la Catedral de Sevilla', en la que se agrupa una interesante colección de diversos enseres procedentes de las américas. Al acto han asistido, entre otros, el delegado diocesano de Patrimonio Cultural, Antonio Rodríguez Babío; el de Pastoral y Personal del Cabildo Catedral de Sevilla, Adrián Ríos; Ana Isabel Gamero, responsable de los bienes muebles de la Catedral; y Antonio Joaquín Santos, uno de los comisarios de la exposición.

La muestra, organizada por el Cabildo Catedral y el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla y que se podrá visitar hasta el próximo 15 de octubre, se reparte entre el tesoro de la Contaduría Baja del templo catedralicio y el archivo del Palacio Arzobispal. En el primer espacio, el horario será de 11:00 a 19:00 horas a excepción de los domingos, de 14:30 a 19:00 horas, y el festivo del 12 de octubre, de 11:45 a 19:00 horas. En cuanto a la parte del Palacio Arzobispal, se podrá visitar de lunes a viernes de 09:00 a 14:00 horas, además miércoles y jueves de 16:30 a 19:30 horas. El Día de la Hispanidad, permanecerá cerrado.

La presente exposición tiene como finalidad dar a conocer y poner en valor el legado americano que, en piezas de platería y otras creaciones artísticas, atesora la Catedral de Sevilla.

Ni que decir tiene que la SEO hispalense jugó un papel fundamental en la difusión de la Fe católica en América, siendo su Virgen de la Antigua la principal valedora del descubrimiento y conquista de estas tierras americanas. A Ella imploraron navegantes y conquistadores como Cristóbal Colón, Vasco Núñez de Balboa, Alonso de Ojeda, Francisco Pizarro o Hernán Cortés, entre otros muchos que no tuvieron tanto renombre, y cuya fortuna repercutió de manera inmediata en su capilla al convertirse en el más rico santuario de exvotos argénteos de Sevilla.

Una vía de entrada de plata americana que se mantuvo en siglos posteriores, aunque a esta devoción se unirán otras que llevaron en su corazón los sevillanos emigrados y que, en su retorno o en sus memorias funerarias, tuvieron a bien reproducir este mismo reconocimiento por los favores recibidos. Registros documentales de este fenómeno son numerosos y las donaciones iban destinadas a la Virgen de los Reyes, a la de las Angustias o de la Alcobilla, o a las de la Estrella, de la Cinta y del Reposo. Unas ofrendas a las que se unirán otras que fueron remitidas para el culto de los santos promovidos por el Cabildo como San Fernando o el Venerable Padre Contreras.

En otras ocasiones, estas piezas iban dirigidas al culto catedralicio, siendo el ejemplo más elocuente el del arzobispo de México y virrey de Nueva España don Juan Antonio Vizarrón, quien tuvo a bien donar a la seo que le vio partir a tierras americanas un importante legado en plata y oro en 1744. Además, tampoco podemos olvidar la llegada de orfebrería americana en tiempos más recientes, producto de donaciones puntuales que han venido a enriquecer su presencia en el tesoro. Unos legados en plata a los que en algunas ocasiones serán acompañados también por otras obras artísticas de origen indiano, como las imágenes de devoción labradas en marfil filipino o las pinturas reproduciendo el vero icono de la Virgen de Guadalupe de México.

Pero si importantes fueron estas ofrendas, tampoco podemos menospreciar la relevancia que tuvieron la plata y el dinero americanos en la financiación de la platería catedralicia. Los casos de la custodia de Juan de Arfe o la urna de San Fernando son los más conocidos, aunque no fueron los únicos, como lo demuestra el cáliz de oro y pedrería promovido con el dinero legado por el indiano Diego Márquez Ortiz a la Virgen de la Antigua.

Un discurso que está argumentado a través de las piezas de platería y otras obras artísticas conservadas en la Catedral, así como por testimonios documentales que se custodian en su archivo, de las cuales se ha realizado una selección de manera que en esta exposición se pueda visibilizar con claridad todo este fenómeno de trasvase cultural y artístico.

En la primera sede de la exposición, la antigua Contaduría Baja de la catedral, donde se expone hoy el Tesoro catedralicio, se dedican tres vitrinas en las que se pueden admirar las piezas singulares de plata y marfil vinculadas con dicho argumento. En la primera vitrina se ubica el legado de don Juan Antonio Vizarrón, tanto el cáliz y las vinajeras de oro ofrendadas a la Antigua como las piezas de su vajilla formadas por las salvillas y copas, igualmente de oro, así como los blandones que envió para el culto catedralicio. En este mismo expositor, también como muestra de las dádivas americanas históricas a la seo se expone la bandeja mexicana de Doña Ana de Paiva, y como muestra del arte eborario que llegó desde Filipinas, la monumental Virgen con el Niño.

En la siguiente vitrina se sitúan, a través de reproducciones, las dos grandes devociones marianas de la catedral, la Virgen de la Antigua y la Virgen de los Reyes, con sus correspondientes ofrendas. Junto a la primera aparecen los candelabros barrocos mexicanos y el cáliz de oro y pedrería financiado por el indiano Don Diego Márquez Ortiz, y las ofrendas indianas a la Virgen de los Reyes quedan representadas por la sacra de plata regalada por el que fuera monaguillo de la Capilla Real el indiano don Juan de la O Martínez.

Y en la tercera vitrina se exponen las diferentes muestras de platería y marfil indiano que han llegado por diferentes vías a la catedral. En concreto, se pueden contemplar una bella escultura marfileña de la Inmaculada Concepción donada recientemente por el canónigo Olivares Gutiérrez, el copón mexicano con esmaltes verdes, el relicario de San Millán de la Cogolla procedente del antiguo monasterio de San Benito y el conjunto de cáliz y vinajeras donadas por el avecindado en México y natural de Sevilla don José Julián García a su parroquia del Sagrario.

Todas estas piezas se acompañan de fichas catalográficas que presentan un código QR que da acceso a una información más completa y detallada.

La segunda parte de esta muestra se ubica en las instalaciones de los Archivos Históricos del Palacio Arzobispal, sede del Archivo de la Catedral de Sevilla. Aquí se expone en una vitrina una selección de documentos y grabados que permiten imaginar lo que supuso el fenómeno de las dádivas argénteas y suntuarias enviadas a la seo. En primer lugar, se exhiben dos documentos representativos: por un lado, el inventario de la capilla de la Antigua de 1517 en donde se menciona un ídolo de oro donado por la esposa del Almirante Colón, y por otro el espolio del deán Ignacio Cevallos de 1784, en el que se registra la vajilla venida de México que recibe la fábrica catedralicia. Junto a esta documentación, se exponen tres muestras gráficas alusivas a obras y devociones relacionadas con estas dádivas indianas. El grabado con el retrato del Venerable Padre Contreras de Cornelio Shult y Martín Bouche, de hacia 1675, viene a ser reflejo de aquella ofrenda que recibió en forma de báculo de carey con estrellas doradas para que fuera atributo de la escultura que se hiciera tras su beatificación, algo que nunca ocurrió. En segundo lugar, se expone una edición dieciochesca del tratado de Juan de Arfe De Varia Conmensuración, abierto por la página que recoge el grabado de la custodia de la catedral, reproducida sin las modificaciones barrocas, como testimonio de la importancia que tuvo la plata americana en su construcción. Y centrando el expositor se sitúa el magnífico dibujo de la urna de San Fernando realizado por Juan José Carpio hacia 1682, el cual viene a ilustrar las cantidades de dinero americano que la Corona destinó a la ejecución de la obra de Juan Laureano de Pina. Todos estos documentos, grabados y dibujo se acompañan de su ficha catalográfica que permite al visitante comprender y profundizar en toda esta argumentación.