Las zambombas que vienen
Pido la palabra por Paloma Cervilla, periodista de The Objective

Jerez de la Frontera
Si hay un sitio en España donde la Navidad se vive con especial intensidad es Jerez. Sus zambombas ya son el principal reclamo turístico y desde ya todo el mundo te dice en Madrid: “En diciembre hay que ir a las zambombas de Jerez”.
Sé que es un poco pronto para hablar ya de la Navidad, pero la explosión de esta tradición tan entrañable y tan nuestra nos obliga a cuidarla para evitar que derive en un gran botellón en el centro de la ciudad.
A las autoridades locales les toca velar ya por conservar su esencia y preservar su espíritu, que no es más que cantar la llegada del Niño Dios en un ambiente festivo y de respeto a la convivencia.
La masificación es inevitable y a veces provoca que la gente de Jerez se refugie en zambombas privadas para huir de la multitud. Pero también es una fuente importante de ingresos para la hostelería y una crítica excesiva puede repercutir en estos beneficios económicos.
A dos meses vista del inicio de la temporada de zambombas, al Ayuntamiento le corresponde la misión de regular su desarrollo para que esta tradición no se vaya de las manos.




