Las acusaciones piden un veredicto de culpabilidad rebajan la participación del exmarido de Lucía Garrido en su asesinato y plantean una calificación alternativa

Jurídicamente se trata de dar al jurado una alternativa en busca de un veredicto de culpabilidad. Al tener que pronunciarse el tribunal popular con respuestas simples las acusaciones ofrecen varias posibilidades orientadas a lograr el resultado que esperan.

Para empezar, las acusaciones, que ejercen la Fiscalía y la familia de Lucía Garrido consideran que ha de tenerse en cuenta como atenuante la dilación del procedimiento, desde que se produjeron los hechos hasta el momento en el que los acusados están siendo juzgados. Esto ya supone una rebaja de la condena en un año de prisión.

Pero, además, todas las partes que acusan han ofrecido una alternativa al jurado sobre el papel que pudiera haber tenido, Manuel Alonso, el exmarido de Lucía Garrido en su asesinato.

Las acusaciones que representan a la familia de la víctima rebajan la participación de Alonso de inductor a cooperador necesario, la Fiscalía a cómplice del asesinato.

En todo caso la pena que piden para el exmarido de Lucía Garrido estaría en una horquilla entre los 19 y los 24 años de prisión mientras que se mantendría en los 22 años de cárcel en todos los casos para el presunto autor material del asesinato.

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Conclusiones que, en definitiva, dejan a las claras que para las acusaciones ha quedado probado en el juicio que los dos acusados participaron en el homicidio, de una u otra forma, de Lucía que murió apuñalada y asfixiada al haberse convertido en testigo incómodo de los negocios ilegales, desde tráfico de animales a guardería de droga, en la finca donde la mujer se quedó a vivir tras la separación de la pareja y donde fue asesinada en abril de 2008.

Las defensas, por su parte, mantienen el relato contrario que dejan entrever en sus conclusiones. Piden la absolución de sus patrocinados, un veredicto de no culpabilidad del jurado, ya que insisten en la inocencia de sus clientes y la falta de pruebas durante el juicio para considerarlos responsables.

Conclusiones

La Fiscalía en su relato final de conclusiones ha mantenido que los dos acusados son los culpables. Asegura que durante el juicio han quedado claras las pruebas por las que el jurado debe emitir un veredicto de culpabilidad y las ha ido desgranando una a una.

Ha centrado los argumentos en cinco pilares: el ADN supuestamente encontrado en la llave que se halló en el lugar del crimen y que identificó al presunto asesino, la coartada que se habría fabricado el exmarido de Lucía Garrido el día del crimen, la retirada de los perros guardianes que Manuel Alonso realizó días antes del asesinato , la guardería de droga que él mismo mantenía en la finca Los Naranjos donde ocurrieron los hechos y en el testimonio del testigo protegido que apunta a las reuniones en las que participó o tuvo conocimiento en las que se preparó el asalto a la finca para robar la droga y para asesinar a Lucía Garrido.

Ha quedado claro, mantiene el ministerio público, que Manuel Alonso quería la muerte de Lucía Garrido por motivaciones personales.

El Fiscal del caso ha querido despejar cualquier duda que los testigos o peritos de la defensa hayan podido sembrar en los once miembros del jurado (nueve titulares y dos suplentes). Por ello ha sido vehemente en intentar desbancar el testimonio de los peritos de las defensas que cuestionaron la prueba de ADN que señala al presunto asesino de Lucía y las coartadas que pudiera tener el día del crimen para justificar que estaba en otro lugar.