¿Por qué han votado así los socialistas?

Sevilla

El 88% de la militancia socialista en Andalucía ha apoyado los pactos de investidura para conformar un nuevo Gobierno. Es un porcentaje abrumador; sin embargo, se equivocaría el PSOE si desdeña al 35% de militantes que ha decidido no participar en la consulta y al 12% que ha rechazado pactar optando así por una repetición electoral. Pese al aplastante resultado, la dirección del PSOE no debería obviar que las negociaciones con Junts y el acuerdo con Esquerra han ampliado la brecha en el partido.

Entre los que han votado “no” a los pactos, hay exdirigentes socialistas que, sin compartir las formas de González y Guerra, sienten que la Ley de Amnistía es “muy dura de tragar”; hay destacados militantes que creen que el relato de concordia no convence si Junts no renuncia a la vía unilateral; y hay socialistas de peso en Andalucía que sostienen que una condonación de 15.000 millones de euros de la deuda de Cataluña pactada fuera del Consejo de Política Fiscal y Financiera es “un disparate” que además tendrá un “coste altísimo” entre el electorado socialista andaluz. Entre los que han votado “no” a los pactos, hay también cargos institucionales que aceptan la amnistía, pero solo si es a cambio de “un acuerdo político de convivencia en Cataluña”.

Se equivocaría la dirección nacional del PSOE si cree que el contundente apoyo a los pactos recogido en la consulta interna es una bendición total a la negociación. Entre los que han votado “sí”, hay socialistas a los que les cuesta ver a su secretario de organización sentado con un prófugo de la justicia y hay representantes institucionales a los que les chirría ver la foto de Santos Cerdán y Puigdemont “el mismo día que se abre el proceso a la militancia” porque cuestiona la propia consulta.

Tanto en el “sí” como en el “no” de la militancia socialista hay un total y auténtico pavor a la entrada de PP y Vox en un próximo Gobierno; hay dudas sobre si finalmente se cerrará un acuerdo de investidura; y hay cierto consenso en la creencia de que haber mantenido la palabra dada y los límites fijados por Pedro Sánchez contra la amnistía y el referéndum tanto en campaña como en la misma noche electoral hubiera sido el mejor cartel en caso de nuevas elecciones en enero.