El valor supremo de la concordia

Sevilla

La paz es un cristal fino que conviene tener siempre resguardado en la vitrina de la buena convivencia. En la sociedad de las prisas, el egoísmo y la crispación, debemos tener identificados a quienes se esfuerzan por generar un buen ambiente y a quienes están locos por encender la cerilla y lanzarla al pajar.

Hemos vivido un derbi. Y todo ha salido bien. En la calle y en el estadio. Han ganado la ciudad y el fútbol. No, no es poco importante cuanto decimos ni se trata aquí de analizar el partido. Los dirigentes han estado a la altura: el alcalde y los presidentes de los clubes, fundamentalmente. Es necesario pararnos unos segundos y celebrar algo a lo que nunca debemos acostumbrarnos: las cosas salen bien porque se preparan bien. La ausencia de incidentes es una gran noticia. Las cosas no salen bien solas, las cosas salen bien cuando hay un esfuerzo común, un interés en proyectar una imagen de concordia. José Luis Sanz, José Castro y Ángel Haro han sido tres señores responsables al generar una percepción de armonía y de orden a todos los hinchas, aficionados y, al fin, vecinos de la ciudad.

Que siempre procedamos igual ante los derbis, ante las fiestas mayores y ante todos los acontecimientos que vive una ciudad en la que cada día contamos con más hitos. No perdamos la paz para saber valorarla. Cuidémosla, sobre todo quienes están llamados a dar ejemplo. Que el espíritu del derbi sea la referencia para todo lo que viene. Sevilla, una ciudad que disfruta, marca blanca de la convivencia, alejada de incendiarios. La concordia debe ser nuestro valor supremo porque somos una gran familia.