Resistencia

Jerez de la Frontera

Hoy es uno de los días más tristes de nuestra joven democracia, no solo por lo que empieza a escucharse en estas horas en la sede de la Soberanía Nacional, sino mañana, cuando se invista un Presidente dispuesto a pagar tan caro su sillón en detrimento de la libertad e igualdad colectiva.

Lo más grave es el precio en forma de fractura social, el asalto burdo a la Separación de Poderes y el bastardeo del Estado de Derecho. Somos hoy una democracia de peor calidad, tocada pero no hundida. La Amnistía no supone el perdón de los delitos, sino el reconocimiento de que desde 2012 actuamos con un instinto represor. No supone pacificación ni convivencia, es solo el precio para una investidura, el abuso desmedido del poder, por mucho que lo avalen 179 diputados. Sánchez, siendo un Presidente investido legalmente, ha perdido cualquier legitimidad moral para dirigir el país. Repito, nula legitimidad moral. No solo él.

El andaluz Espadas, aplaudidor en primera fila refrenda las cesiones al independentismo, conviene no olvidarlo, ¿podrá ir por los pueblos explicando por qué desde hoy somos ciudadanos de inferior categoría? El PSOE presume de 125 años de historia, pero lo de hoy es para avergonzarse; toca resistir para que nuestra democracia perviva a quienes quieren pervertirla.