Una larga y pesada digestión
La firma de Raúl Ramírez en Hoy por hoy Jerez

Jerez de la Frontera
Eso es lo que parece que les ha quedado a algunos después de más de tres meses de una primera y esperada fracasada investidura de Feijóo y una difícil pero finalmente posible investidura de Pedro Sánchez. Y es que los resultados electorales eran claros, aunque no lo quisieran ver.
La política no es más que la gestión de la realidad y la democracia parlamentaria traduce los resultados electorales, esa realidad aritmética, en futuros pactos y acuerdos que otorgan el gobierno al que los consigue sumar. Así ha sido y será, y en la España actual, el que entienda su realidad lo consigue y el que no, pues ya sabemos, ganas las elecciones pero no gobiernas.
Para conseguir esos apoyos, esa suma, necesitas pactar, acordar, ceder posiciones maximalistas, y aquí viene la palabra maldita, la amnistía. Y es que algo que no estaba en un programa electoral se ha puesto como elemento fundamental para poder llegar a un acuerdo. Ningún político renegará de pactos tras unas elecciones, descartará acuerdos, cesiones distintas o desconocidas por el elector previamente. En un sistema de democracia parlamentaria en el cual se procura el pacto, es impensable renunciar a la esencia misma, el pacto. Nuestra democracia está llena de ejemplos.
Al igual que con los indultos de los que me manifesté a favor en su día, creo que una Ley de amnistía devuelve al redil de la política lo que nunca debió salir de la política. Es un instrumento de gracia, junto con los indultos, que curiosamente ningún partido ha propuesto su desaparición y forman parte de la praxis política de Europa desde el fin de la segunda guerra mundial, y de España desde 1977, ejerciendo como válvulas de escape y estabilización a conflictos políticos. La amnistía no rompe nada, España no se rompe, el Estado de Derecho no se tambalea, es más, estoy convencido de que se consolida y robustece nuestra Constitución y nuestra aún joven democracia. Demos tiempo al tiempo.
Todo lo demás no es más que una larga y pesada digestión ante lo que parecía que iba a ser y finalmente no fue.




