Niños Mutantes: "Es una suerte inmensa haber compaginado amistad y proyecto artístico durante 30 años"
La banda de Granada, que nació en el instituto Mariana Pineda, en primero de bup, anuncia que habrá más conciertos en el año de su despedida
Hora 25 Granada - A Fondo: Niños Mutantes (18/12/2023)
Granada
Llegan tímidos, correctos. Sin pretenderlo, haciendo equilibrio en el término medio entre una fiesta y un funeral. Alguna sonrisa, pero a medias, tratando de superar discusiones inacabadas, suspendidas en el aire como un bólido de fuego que se desintegra. Son colegas. Amigos. Es la primera vez que contestan preguntas desde que Niños Mutantes anunció para 2024 su retirada de los escenarios, y en realidad no hay un guión porque no lo hay para las emociones. Cada uno con las suyas, con su maleta, sus años, sus sueños y sus tormentos. En todo caso, hay más certezas mirando hacia atrás, al año 1994, cuando Migue y Nani se conocieron en primero de BUP con trece o catorce años en el instituto Mariana Pineda, en la calle Beethoven, esa parte de Zaidín nuevo nutridas sus aulas de Zaidín puro. Juan Alberto era un poetilla de la clase de al lado que les pasaba notas manuscritas en papeles arrugados como un enamorado anónimo por San Valentín, y hasta acudía a los ensayos de Mama Baker donde Nani y Migue flipaban en colores aporreando instrumentos.
Conectan durante la entrevista. Se miran a los ojos, se impone el amor y el respeto. La tapa del váter, la ropa por el suelo, masticar con la boca abierta, todos esos asuntos colosales alineados que convierten en tragedia griega el amanecer del septuagésimo quinto día de gira en una ciudad que no conocen de un país que no recuerdan se quedan en pepita pulgarcita comparado con la solidez de una amistad forjada en la fragua de treinta años de creación y ensayos, a fuego, tenazas y martillo de confidencias, de un proyecto artístico y de vida compartida, de doce discos y y trozo de historia de la música. Ahora sintonizan; se escuchan, completan mensajes. Se entienden como mejores amigos -se dice así en la nueva jerga adolescente-.
"Es una suerte inmensa haber compaginado amistad y proyecto artístico durante treinta años", dice Juan Alberto, y en ese momento es inevitable pensar en la generosidad que representa compartir con el mundo el talento creativo de la banda... y en el egoísmo inescrutable que supone privar a ese mismo mundo de otros treinta más. En realidad, ya lo escribieron en 2010 en aquella inquietante profecía que cobra vida: "Yo no puedo darte lo que quieres, porque soy errante...". Pues eso: han salido a por tabaco.