Los villancicos prohibidos en Cádiz que acabaron en Guatemala

Cádiz

Hubo una época en la que en Cádiz los villancicos se prohibieron de manera tajante. Era el siglo XVIII y en una ciudad boyante en lo musical y lo lúdico, con varios teatros, con un impulso enorme de la creatividad y el arte, con muchas ansias de disfrutar del ocio, empezaron a proliferar piezas musicales con estribillo que no solo se cantaban en Navidad sino también en otras festividades de referencias religiosas. Así que tanto proliferaron y tanto se perdió su control que se optó por prohibirlos. Y no solo eso. También se decidió destruir las partituras e impedir su interpretación para que ni el legado oral permitiera su conservación. Muchas de esas obras se perdieron. Pero otras han sobrevivido casi de milagro en sitios insospechados, como cuatro villancicos que han aparecido en un archivo digitalizado en Guatemala.

Estas piezas musicales inéditas, junto a un repertorio más amplio van a ser interpretadas este sábado 23 de diciembre por el conjunto Virelay y la Orquesta Barroca, ajo la dirección de Jorge Enrique García. El concierto se ha denominado Dueño adorado, bello prodigio. Sonidos perdidos de la Catedral de Cádiz. Será a las 20:00. Javier Orellana, musicólogo y componente de Virelay, ha narrado en la SER las claves del la recuperación de estos villancicos.