Retirarse

Córdoba

Buenos días José Manuel, buenos días a todos. Si están ustedes escuchando estas palabras y al propio José Manuel, es que no nos ha tocado la lotería. Querríamos estar haciendo las maletas dispuestos para comenzar una nueva vida alejada de la rutina en algún paraíso de playas blancas y cielo azul. Ilusos. Lo decimos siempre, pero sabemos que no es cierto, igual que ustedes también lo saben. El premio o los premios que reparte la Lotería de Navidad al común de los mortales, no sirven para retirarse y dejar el trabajo. Los que dependeríamos de un golpe de suerte tan grande para poder hacerlo, no invertiríamos nunca el metálico necesario para comprar una serie entera del mismo número, esperando los cuatro millones de euros. Entonces, ¿por qué nos fascina tanto este sorteo?, ¿por qué juega a esta lotería gente que no juega nunca a nada? Se puede concluir que es porque las posibilidades son más altas que en otros sorteos, aunque el importe que nos toque por décimo o participación no nos cambie la vida de la noche a la mañana. Pero sí nos serviría, con suerte, para quitarnos la hipoteca de encima, para darnos un capricho, para garantizar que los hijos estudiarán donde quieran o, por qué no, para que las gambas de esta Navidad sean más gordas que las del año pasado. Pero hay otro factor que a mí me gusta más y es el del reparto. La Lotería de Navidad se juega en muchos casos con más gente, con amigos, vecinos, conocidos… y da alegría pensar que si te toca a ti, le va a tocar también a gente a la que aprecias. Una alegría solidaria con los demás que reconforta en parte, en tiempos en los que volvemos a hablar de división territorial y polarización política.

Es una alegría, además, que da la vuelta al mundo. Aunque sea de forma breve, los informativos de medio planeta mostrarán las clásicas imágenes de los españoles descorchando champán o cava en la puerta de una administración. Son imágenes que alegran también al que las ve. Así de solidarios son ustedes allí en España, que hasta reparten alegría por televisión. Yo esperaré verlos a ustedes esta noche en los informativos aquí en Alemania. Y si no los veo, paisanos y paisanas, a ustedes les habrá tocado salud, como el año pasado, que es más importante. Feliz Navidad. Nos escuchamos en 2024.