Opinión

Un Decreto de Sequía con equilibrio territorial

La periodista Ana Huguet reflexiona en su columna de La Ventana Andalucía sobre la crítica situación hídrica de Andalucía

Un Decreto de Sequía con equilibrio territorial

Sevilla

Gurús, organizaciones internacionales y líderes globales llevan años advirtiendo de que caminamos hacia una guerra económica por el control del agua. Los cada vez más prolongados ciclos de sequía y el cambio climático lastran el PIB, ensanchan ya las desigualdades y tensan las relaciones entre territorios. Tanto la ciudadanía como los gobiernos han vivido y gestionado de espaldas a una realidad que inquieta y que se traza con solo dos datos: según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), en un año, dos tercios de la población puede enfrentarse en algún momento a la escasez de recursos hídricos por una cruda proporción que alerta de que si bien el agua cubre el 70% de la tierra, ya menos del 3% es dulce. Añadan a esto que el sector eléctrico, las renovables y la tecnología del futuro aumentarán el consumo del que ya llaman el oro azul hasta un 50% en poco más de dos décadas.

Habitamos uno de los dos países más secos de Europa y comenzamos 2024 en Andalucía con los embalses más deshidratados de España. No se me ocurre mayor emergencia que ésta en una comunidad en la que la falta de reservas afecta a todos nuestros puntales económicos: turismo, campo e industria energética, con una apuesta por el hidrógeno verde, que requiere nueve toneladas de agua por cada 1.000 kilos de producción.

El gobierno andaluz va a aprobar a principios de este año el IV Decreto de Sequía y se le exige más transparencia y equilibrio para no repetir la desigualdad territorial de los presupuestos de 2024. Las provincias de Almería y Málaga, la hortícola y la turística por excelencia, aglutinan casi la totalidad de las desaladoras -las existentes y las proyectadas- y dicen necesitar más. Hace dos semanas se le preguntó, sin éxito, al consejero gaditano Antonio Sanz por la ubicación de las nuevas infraestructuras hídricas que el presidente Moreno trata de cerrar con el Gobierno. Ahora deben aplicar aquí el equilibrio territorial que con acierto reclaman a Madrid.