Un paseo por la Cañada del Amarguillo
Recorremos nuestro entorno rural de la mano de Agustín García Lázaro
El Paseíto
12:21
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Jerez de la Frontera
Recuperamos también en este 2024 las buenas costumbres de descubrir desde nuestro espacio" El Paseíto" semanal la zona rural.
Nuestro paseo comienza en la Cañada del Amarguillo, que recorreremos en su tramo libre de carreteras, cuyo inicio se sitúa junto a la carretera del Calvario, a la derecha, frente al cruce de la Cañada de Cantarranas. Atrás, a unos 500 m. habremos dejado el caserío y las bodegas de la Viña La Constancia, que podrá servirnos de pista.
En su recorrido, la cañada deja a sus lados célebres pagos de viñedos. A iniciar el paseo dejamos a la derecha el Cerro de Santiago, en cuyas faldas quedan las viñas de Santa Leonor y La Polanca (con su casa en ruinas), divisando en las alturas los lagares y viñedos de Cerro Viejo (Vinícola Soto) o la que fue la célebre viña de Cerro Nuevo, la viña de Pemán, con su torre mirador que se asoma a El Amarguillo y Macharnudo.
Cuando hemos recorrido un km, se une a la cañada, por la derecha, la Hijuela de la Sobajanera, pasando también junto a las laderas de Macharnudo Bajo, coronadas por la Torre del Majuelo, una de las zonas de mayor renombre del Marco.
Durante nuestro paseo, nos acompaña junto a la Cañada el Arroyo de la Loba, delatado por los tarajes que escoltan sus riberas. Se trata de un pequeño curso que, en su primer tramo, es conocido también como del Amarguillo por la salinidad de sus aguas.
El arroyo cruza la carretera del Calvario junto al Rancho de los Cedros y, aguas abajo, se le une el arroyo del Zorro, continuando su curso hacia el paraje de Las Salinillas, junto a la carretera del Calvario. Ya cerca de Jerez, cambiará su nombre por el de Guadajabaque, alimentando la Laguna de Torrox y desaguando en el Guadalete a través de un aliviadero subterráneo.
Esta vaguada natural por la que discurre el arroyo de La Loba y la Cañada del Amarguillo, ha llamado desde hace décadas la atención de distintos autores que han planteado la existencia de un posible canal natural que pudo comunicar en tiempos pretéritos los cursos del Guadalete y el Guadalquivir.
Con todo, sabemos que la pequeña elevación que hoy impide esta conexión de apenas 20 m de altitud, a los pies de Cerro Pelado, no se ha producido por aterramientos en tiempos históricos, como ya estudió el insigne geólogo Juan Gavala y Laborde, por lo que esta propuesta de antigua unión no deja de ser una sugerente hipótesis que la geología rechaza.
Subir hasta la cumbre de Cerro Pelado (98 m) para disfrutar de los paisajes en 180 grados que se aprecian desde aquí, desde los cerros de Martín Miguel en Sanlúcar, Trebujena, Mesas de Asta, los cerros de Espartinas, los viñedos de Añina, del Cerro Orbaneja y Macharnudo.
Al final del recorrido, paramos frente a la Casa del Higuerón, donde en 1893 se descubrió una importante inscripción romana del s. IV.
