Jaén

Dice la RAE de la palabra aventura que se trata de un acaecimiento, suceso o lance extraño. Una definición que se ajusta a la perfección a la historia de Andrés Linde y Enrique Jiménez, dos jóvenes jiennenses, licenciados, que decidieron este verano dejar todo lo que estaban haciendo en su vida para irse a Bulgaria a participar en un voluntariado en un pequeño pueblo que se estaba quedando sin gente en el país. Pero lo mejor vino luego, cuando para volver a España, decidieron hacerlo andando y sin gastar dinero ni pagar transporte ni alojamiento. Fueron dos meses de viaje que hicieron "sin pensarlo" admitiendo que están "locos". Ahora, algunas de sus peripecias se pueden seguir en su canal de Youtube y para recordarlas han estado en el programa 'Hoy por Hoy Jaén'.

En total, recorrieron más de 3.500 kilómetros en una idea que nació de Andrés Linde, que estando en Bulgaría pensó: "¿y si volvemos andando a España?". "Se lo pregunté a Enrique y le dije que sí, yo sé que está loco, yo también un poco y le dije que sí sin pensarlo", avanza Andrés.

Lo hicieron por "la sensación de libertad que te aporta el viaje". "Nos apasionaba el no saber dónde vas a dormir, compartir con la gente, conocer culturas de primera mano, conocer el mundo de primera mano, sin que nadie te lo cuente", explican en la entrevista.

La experiencia ha sido "impactante", según añaden, y les ha servido para aprender mucho. "Hemos visitado países que no son muy comunes de visitar y que no tienen buena publicidad. Hay que abrir la mente y ver los sitios, hablar con la gente. Kósovo, Albania, Macedonia.... Al final la gente se vuelca contigo, te lo devuelven todo con generosidad, te tratan como uno más allí. Eso lo integras en ti y al final eres mejor con la gente que te rodea", han dicho en Radio Jaén.

La aventura de estos dos jóvenes jiennenses es más arriesgada si cabe cuando conocemos que, por ejemplo Enrique, trabajaba como ingeniero desde casa. Lo dejó todo para irse a Bulgaria, tal y como relata: "Yo estaba en una situación muy buena, con trabajo de ingeniero y lo dejé todo por la necesidad de crecer como persona. Este viaje me ha hecho afianzar lo que quiero, que es viajar, conocer gente, aprender idiomas, y el viaje me ha dado más confianza para seguir con este tipo de vida".

Sin miedo

Sobre el viaje, ambos reconocen que en ningún momento pasaron miedo: "No, porque al final todo el mundo ha sido súper bueno. Pero ha habido situaciones tensas, como por ejemplo cuando nos adentramos en parques naturales con osos. También nos pusimos malos en unas montañas en Albania, a 1800 metros de altura por donde no pasa nadie. Nos pusimos malos de la barriga, de la cabeza, con fiebre y sin agua, situación dura de la que salimos como pudimos", cuentan.

En la entrevista han reconocido que lo que más le sorprendió de todo el viaje fue Kósovo, "donde la gente viene a ti a preguntarte qué haces o de dónde vienes". "Luego, de paisajes, es una pasada. Nuestra llegada fue genial, nos recibió una persona que nos llevó a un restaurante, nos invitó y encima nos dejó un sitio para dormir", explica.

Atravesaron Italia entera, con un calor tremendo, y en algunos países no disponían de internet para comunicarse con sus familias. Estas peripecias ya están en Youtube y son ya 800 las personas que se han suscrito a su canal para seguir sus andanzas.

Próximo reto

Han aguantado unos meses tranquilos, en casa, pero estos días están a punto de iniciar su nueva aventura, su próximo reto. "Somos del Pilar del Arrabalejo y ahora queremos explorar la sierra de Jaén, queremos hacer la ruta del GR-247 y con la misma idea, grabarlo y acumular experiencia pero en nuestra tierra", explica Enrique. Van a intentar hacer la ruta con un burro y admiten estar preocupados por el frío. "Nos pondremos el chaquetón, los guantes y el gorro y tiraremos para adelante", concluyen.

La ruta está dividida en 22 etapas pero no descartan alargarla. Han comprado nuevas herramientas para grabar su día a día y sus seguidores esperan ya las nuevas entregas de estos valientes aventureros jiennenses.