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El territorio de Granada incluido en "Paisajes del Olivar", la candidatura a Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO

La comisión de la propuesta andaluza ha aprobado el envío del expediente al organismo internacional

Paisaje del olivar andaluz en Nigüelas (Granada) aspirante a ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

Granada

La comisión institucional de la candidatura “Paisajes del Olivar en Andalucía. Historia milenaria de un mar de olivos” que pretende la declaración como Patrimonio de la Humanidad del territorio del olivar andaluz ha acordado este miércoles remitir el expediente a la UNESCO. El objetivo es que la propuesta, que quedó el pasado año esperando esta nueva oportunidad, pueda debatirse para inscripción en la lista de bienes inscritos en 2025, como ha anunciado el presidente de la Diputación de Jaén, Paco Reyes, que preside la comisión. La candidatura se remitirá a la Junta para que lo envíe el Ministerio de Cultura y, de ahí, al organismo internacional. La candidatura incluye en su demarcación el olivar del Valle de Lecrín, entre la Vega y la Costa Tropical que supone una reserva única con un regadío único que permiten su convicencia con otros cultivos, como los cítricos.

De todas las zonas propuestas en el expediente para la inclusión en la delimitación especialmente protegida, una es granadina. Son 14 zonas identificadas como "paisaje cultural". La candidatura granadina es el olivar del municipio de Nigüelas, en el Valle de Lecrín. El resto son Montoro (Córdoba), Molino Ducal (Córdoba), Soledad y Guzmán (Sevilla), San Ignacio (Sevilla), Tavera y Buzona (Sevilla), Cortijo La Jara (Cádiz), Olivares de Santa Catalina (Jaén), El Ruedo (Córdoba), Alfar de Écija (Sevilla), Cortijo Blanco (Málaga), Campiñas de Jaén (Jaén), Hacienda La Laguna (Jaén), y Zuheros (Córdoba).

Las zonas elegidas ponen de relieve valores excepcionales, que se concretan en una serie de expresiones materiales e inmateriales que van desde los tipos de parcelas y las variedades de olivar hasta las muestras arqueológicas y arquitectónicas, así como su patrimonio inmaterial, como puede ser la cultura campesina, las tradiciones o los espacios de interpretación, entre otros recursos. Junto a la Diputación de Jaén, la comisión institucional de la candidatura está formada por las diputaciones de Córdoba, Granada, Sevilla y Málaga, las universidades de estas provincias, la Junta de Andalucía, las organizaciones agrarias y fundaciones como Savia y Juan Ramón Guillén.

El olivar de Nigüelas

Según recoge la web de la candidatura, el olivar granadina candidato está localizado en la comarca del Valle de Lecrín (Granada), al pie de Sierra Nevada. Aquí "se ha conservado un sistema de regadío agrícola que muestra un paisaje de olivar en asociación con otros cultivos, entre ellos los cítricos, utilizando sistemas de abancalamiento y una red hidráulica de origen nazarí, con posible reaprovechamiento de acequias mineras romanas. La máxima expresión de este paisaje la encontramos en el núcleo de Nigüelas, donde se funden el parcelario y los regadíos históricos con bancales y acequias y se conserva el original molino hidráulico de La Erilla, de origen nazarí —puede incluso que anterior-, en uso hasta mediados del siglo XX y hoy restaurado, que alberga un interesante centro de interpretación de la cultura olivarera. Un paisaje de policultivo olivarero que conserva plenamente su funcionalidad original".

El Valle de Lecrín se sitúa al pie de Sierra Nevada, que proporciona abrigo climático y abundante agua a una comarca dedicada tradicionalmente a la agricultura, con pequeños núcleos de población y un medio rural marcado por las infraestructuras hidráulicas. Una intrincada red de acequias, desde época medieval islámica, recorre sus pueblos y sus cultivos. Allí conviven espacios agrarios en pequeños valles, con aprovechamientos forestales en áreas abruptas.

La Zona Propuesta, la más representativa del Valle de Lecrín para la cultura olivarera, comprende el paisaje que conforma el borde del núcleo de Nigüelas hacia el barranco del río Torrente, que incluye los regadíos históricos mejor conservados, asociados a la acequia de Nigüelas-Dúrcal, a base de bancales escalonados donde el olivo actúa de elemento que enraíza y ayuda a sustentar el desnivel, junto a la almazara de La Erilla. Una antigua casa solariega con un jardín romántico del siglo XIX, actual sede del ayuntamiento. Destaca la silueta de la zona propuesta, que se encumbra sobre el cortado vertical de la rambla, de unos 40 metros, por la que discurre uno de los cauces históricos del Valle. Resaltar la adaptación y pervivencia del cultivo y su especialización olivarera en la zona, con mantenimiento de variedades antiguas (lechín) y otras de implantación reciente (martirio y hojiblanca). La zona de amortiguamiento recoge el resto de regadíos históricos, que hoy conservan parcelario y usos agrarios compatibilizados con otros aprovechamientos, así como la zona baja del valle plantada de olivares más recientes, e incluyendo también la otra vertiente del río Torrente hasta el núcleo de Acequias, completando un escenario paisajístico y espacios con oportunidad de vistas.

Este paisaje constituye una muestra de la permanencia y continuidad milenaria del cultivo del olivo y de la fabricación de aceite de oliva en el Valle de Lecrín y representa excepcionalmente al olivar medieval nazarí, con una almazara de la misma época, fundamental para documentar la evolución de la cultura del olivar andaluz. Para evitar la erosión y pérdida de suelo, los cultivos se han desarrollado históricamente mediante bancales y paratas, con escalonamientos a base de tierra apisonada o completados con mampostería. El olivo se asocia con otros cultivos hortícolas y leñosos, fundamentalmente cítricos y frutales. En la historia del olivar andaluz el Valle de Lecrín representa una concepción de explotación agrícola de regadío de época medieval islámica nazarí, s. XV, donde el olivo perfila los bancales y protege climáticamente a otros frutales más sensibles.

Nigüelas

El núcleo de Nigüelas posee una red de acequias y una zona de regadíos históricos y parcelario agrícola asociado, junto a los bancales de piedra y argamasa, o de tierra apisonada, y asociación de olivar con frutales y olivos singulares, que son representativos de la funcionalidad del olivar en época medieval islámica, y, concretamente, desde el periodo medieval nazarí (s. XV). Testimonio excepcional de la evolución de la elaiotecnia, (siglos XIII-XV). Molino de sangre y molino hidráulico integrados en los sistemas históricos de distribución de agua del núcleo de Nigüelas, representativo del Valle de Lecrín. Propiedad de la Fundación Zayas, que gestiona su conservación y contribuye a difundir la cultura del olivar y regadíos del Valle. Actualmente constituye un centro de interpretación de la almazara de aceite y de las infraestructuras hidráulicas del Valle de Lecrín.