Crónica de la sexta sesión de preliminares del COAC 2024: "Cádiz levántate y anda"

El coro de Julio Pardo arrancaba una sesión que no destacó por tener un nivel medio alto, más bien lo contrario. El grupo del recién desaparecido corista nos recordó que la experiencia es un grado y que el aprendizaje desde la cuna del relevo de Julio Pardo Carrillo pueden ser una apuesta de mucha calidad.

También dio un golpe en la mesa la tercera propuesta de la saga 'una comparsa de toda la vida' de Nene Cheza y 'Zampi'. Mantienen el corte clásico, una melodía que es una delicia y la garra crítica propia de la pluma de su autos. A tener muy en cuenta en la modalidad.

Aunque la noche dejó algún momento inexplicable y repertorios que dependerán del nivel de su modalidad, sería injusto no destacar la chirigota 'Este año lo despedimos' en el que se unió familia y Carnaval gracias a la pasión por las coplas gaditanas de Juan Chaves, el más veterano de la fiesta con 83 años. Nos dejó los momentos más tiernos y puros de la sexta sesión.

Coro: 'Los luciérnagas'

"Dicen que a los gaditanos la luz de Cádiz se nos pega" así se presentan estos Luciérnagas que allá donde vayan siempre llevan a su Cádiz por bandera.

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Primer tango a la afición carnavalera y su fidelidad, razón por la que este coro sigue un año más ofreciéndonos letras como esta. Segundo al gaditano que no puede vivir en su ciudad y, en este caso, se pierde momentos únicos como el ver al gitano de Santa María, el Nazareno.

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Buen estribillo de una tanda de cuplés a las llamadas de los call center y a las colas en los baños. Popurrí animado y con la fuerza que es seña de identidad de este coro.

Chirigota: 'Los super-ego'

Estos superhéroes se presentan con una proyección que cuenta su historia, una tendencia que está de moda este año, la del 'súperhñeroe vacilón, rey de la octavilla'. En los pasacalles las fans se hacen fotos con estos influencers de la octavilla.

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Primer pasodoble metido en el tipo, el Carnaval visto desde el mayor de los egos, el suyo que es súper. Segundo pasodoble cargado de ironía con ese sueño americano a la gaditana.

Primer cuplé al fantasma de Residencia. El segundo a los nombres que no ha nombrado Ares en el primer pasodoble de 'La oveja negra'. Buena tanda de cuplés y buen popurrí, a destacar la cuarteta en la que explican cómo canta un octavilla.

Comparsa: 'La fiesta'

Con ambiente festivo, como su nombre indica, se presenta la comparsa sevillana con la experiencia sobre las tablas que su historial carnavalero demuestra.

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Primer pasodoble a los mayores que el Gobierno maltrata y no agradece su aportación en la historia, incluso en las arcas. Segunda letra a una madre que ha perdido a su hijo y saca energías al dolor de esta pérdida.

Los cuplés de dos en dos. El popurrí es su propia fiesta.

Chirigota: 'Sácamela de la boca'

La chirigota de Alejandro Pérez y David Corrales no dejaba nada a la imaginación con un grupo de sadomasoquistas a los que les gusta disfrutar del dolor. Masocas carnavaleros que en tipo no han gastado mucho.

Primer pasodoble a su Cádiz para que todo el mundo sepa lo mucho quieren a la ciudad. Bien cantada. En calzoncillos de elefante, ojo. El segundo a la "censura" por ciertos temas que se tratan en el Carnaval y que, al parecer, nos vamos a arrepentir de criticarlos cuando los autores consagrados se cansen y no vengan.

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Primer cuplé a los gustos sexuales de su pareja con un remate escatológico. El segundo también al tipo. El estribillo roza el mal gusto.

Una chica repartiendo aparece y le pega a uno de los masoquistas porque les gusta que la pizza "lleve piña". En fin. El popurrí sigue siendo sobre lo que le gusta lo que provoque dolor.

Comparsa: 'La resbalaera, una comparsa de toda la vida'

Los sones más clásicos vuelven de la mano de esta apuesta de Nene Cheza y 'Zampi'. Su rosario, su guitarra y su comparsa, agarrados a eso se presentan estos comparsistas ermitaños de la Caleta que tienen a Cádiz como religión.

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Primer pasodoble de presentación a Cádiz y a su grupo, con los suyos a muerte. Así lo deja claro en una letra que se mece en una música que es un caramelo para el amante de las coplas gaditanas. La segunda letra con remate más crítico con la asociación de comparsistas con la que no se sienten representados.

La tercera de la saga "una comparsa de toda la vida" se gana a la afición en una noche que dejó a los carnavaleros ansiosos de buenas coplas.

Chirigota: '¡Por fin lo despedimos!'

El abuelito se casa. Juan Chaves supera los 80 y sigue siendo fiel al Carnaval que ahora lo hace protagonista de una chirigota, la de su familia. Estas son las cosas bonitas que, gusten más o menos, nos deja el Carnaval. Porque qué hay más bonito que reconocer a tus mayores.

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Primera letra al Carnaval y a aquello que les hizo enamorarse de la fiesta. Segundo pasodoble a la fama gaditana de ser los graciosos de España y que no se tomen en serio las quejas de esta tierra. La música suena a añejo, a ese soniquete que seguro vio crecer a Juan en el Carnaval.

Cuplés de dos en dos, porque se puede ser un veterano y adaptarse a las nuevas tendencias. De memoria, Juan, va bien. Suenan bien, suenan a calle y el estribillo pegadizo. Una alegría ver esta puesta en escena que desprende el amor más puro por fiesta. Familia y Carnaval.

Popurrí que relata la despedida de este abuelo que se casa. Última cuarteta una despedida que más quisieran muchos veteranos de la fiesta.

Comparsa: 'Los estrellaos'

Desde la ciudad de la Alhambra venía la última agrupación de la noche, un papel complicado el de cerrar una noche de domingo de la fase de preliminares. Pero estos granadinos se presentaban muy bien trabajados y demostrando que saben bien de qué va esto.

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Los llaman los estrellaos porque cuando cantan el pasodoble de Cádiz se le levantan los pies del suelo. Desde su azotea cantan una primera letra de piropo a esta ciudad que es su locura. Segundo pasodoble a la princesa Leonor. El punteao y el pito no suenan del todo bien y las voces en los pasodobles tampoco están a la altura.

Los cuplés animados pero no terminan de pegar. Estribillo bonito. El popurrí vuelve a demostrar las carencias vocales. A reconocerles las ganas que le echan a una actuación frente a un auditorio prácticamente vacío.