Urgencias es sinónimo de emergencia

Jerez de la Frontera

Me quedé sin voz. Literalmente. He sido uno de los miles de afectados por los virus respiratorios de este invierno y por eso he faltado a mis últimas citas con esta tribuna radiofónica. He sido, pues, uno de los miles de participantes de todas las edades y condiciones en un coro disonante de toses, estornudos y otros ruidos bronquiales. De repente, la casi olvidada pandemia del coronavirus se nos ha hecho presente para recordarnos que, incluso vacunados, seguimos siendo vulnerables a la acción de patógenos cambiantes y al acecho. En busca de remedios nos hemos lanzado al consumo de productos farmacéuticos de fortuna, a veces sin percatarnos del bombardeo publicitario que retroalimentaba nuestro impulso comprador. El siguiente paso para muchos, entre ellos yo mismo, fue el de acudir a la sanidad pública vía urgencias. Un recurso a la desesperada dada la saturación de los Centros de salud o la imposibilidad de conseguir una cita con el especialista. Un profundo error por el que tendemos a ignorar que urgencia es sinónimo de emergencia. Y que todo lo que no lo sea estrictamente solo contribuye a tensionar el sistema. Pero, reconocido el error, quiero sobre todo reconocer públicamente la profesionalidad y la entrega del equipo de Urgencias del Hospital de Jerez, a la vez que la manifiesta y dramática realidad de una plantilla insuficiente y sometida a un estrés insoportable. La alternativa, la que ha planteado en su último informe el Foro andaluz de Médicos de Atención Primaria.

PACO LOBATÓN