¡Ala blanca cá! ¡Cá pa encalar!: la tradición y el oficio que salva un pueblo de Málaga

Málaga

Encalar es "preparar y utilizar piedra caliza para pintar. Fue el sistema de protección de las fachadas de las viviendas de Andalucía, y de Málaga, durante cientos de años, antes de que lo invadiese todo la pintura industrial" explica en SER Málaga, José Manuel López, alcalde de la localidad malagueña de Algatocín( casi 800 habitantes, ubicada en la serranía de Ronda) "un pueblo que llegó a tener hasta 60 caleras- canteras- que producían hasta 120.000 kilos en cada extracción -y se llegaban a hacer cuatro o cinco al año-. La cal era transportada hasta la estación ferroviaria cercana de Cortes de la Frontera hasta Algeciras. Desde ahí se distribuía por toda Andalucía, donde se vendía a pregón por las calles: ¡Cá pa encalar! ¡A la blanca cá!"

El municipio "vivió durante muchos años de este actividad, que estamos dispuestos a preservar, mostrándola y difundiéndola. De ahí, que estemos construyendo un museo dedicado a esta tradición tan apreciada por sus propiedades desinfectantes, a las que se suman el valor de su color, que ha dado su impronta a la arquitectura rural andaluza. Sus pueblos blancos son únicos y los de Málaga siguen siendo un magnífico ejemplo"

En Algatocín "se sigue encalando. Hay paredes muy viejas, muy antiguas, que es complicado pintar con otro tipo de productos. La cal se convierte en la única manera de mantenerlas y que no acaben desconchadas"

El museo, cuyas obras comenzaron hace justo un año, "cuenta con una inversión de un millón de euros, una financiación muy importante. Esperamos tenerlo abierto al público en 2025. Queremos convertirlo en un reclamo turístico, al margen de su peso antropológico. Estamos convencidos de que hay interés suficiente por conocer como se extraía y usaba la cal. Vamos a salvar este oficio"