Las pantallas de Córdoba siguen recibiendo el mejor cine del Festival de San Sebastián
"Monstruo", "La zona de interés" y "Perfect days", entre otras
Sección cine Hoy por Hoy Córdoba. 19 enero 2024
14:49
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Córdoba
Tanto la Filmoteca de Andalucía como las salas comerciales de Córdoba continúan acogiendo títulos procedentes de la magnífica selección programada por el Festival de San Sebastián en su sección Perlas.
"Monstruo"
En primer lugar, la Filmoteca estrena “Monstruo”, el más reciente trabajo del director japonés Hirokazu Koreeda, premio a mejor guion y Palma Queer en el Festival de Cannes, que retoma un tema habitual en su cine, la atención a la infancia. En este caso, el guion utiliza el llamado “efecto Rashomon", que consiste en contar la historia desde varios puntos de vista. Parte presentando a una madre y su hijo, que comienza a comportarse de manera extraña y al regresar herido de la escuela, sospechando aquella si sufre acoso escolar, acude a pedir explicaciones al maestro.
Una cinta que, con la sensibilidad y humanidad que caracteriza al realizador, muestra los efectos de las redes sociales, el despertar de las emociones sexuales, así como una sociedad japonesa intolerante e hipócrita y destaca la importancia de la verdad y la empatía frente a la violencia. A lo largo de tres segmentos los espectadores vamos componiendo el puzle narrativo y será al final cuando la película revele su verdadero corazón y sepamos quién es el monstruo del título. Una cinta que irradia una gran ternura y que cuenta en la banda sonora con las últimas composiciones de Ryuichi Sakamoto, que provocaron un emocionado aplauso al final de la proyección en el Festival de San Sebastián.
Por su parte, las salas comerciales también exhiben estos días “La zona de interés”, “Perfect days” y “La memoria infinita”.
"La zona de interés"
“La zona de interés”, del director británico Jonathan Glazer, premio del jurado en el Festival de Cannes, está basada libremente en la novela homónima de Martin Amis y documenta la vida familiar cotidiana del comandante al frente de Auschwitz y su esposa. Una apacible existencia en una casa rodeada de un idílico jardín donde coloridas plantas vamos descubriendo que camuflan el muro colindante del campo de concentración, y otras aromáticas contrarrestan el hedor que emana de las chimeneas de aquel. Una burbuja de felicidad, con baños en la piscina o en el río, que parece negar lo que sucede al otro lado de la vivienda. Y un protagonista que es todo hogar, familia y trabajo, aunque ya conocemos en qué consiste este: eficiencia en las ejecuciones en masa. A ello se suma un aspecto que hace de la propuesta de Glazer algo muy singular, una banda sonora compuesta por Mica Levi de efecto demoledor que colisiona con lo que las imágenes nos mostraban y desvela lo que ocultaban.
"La memoria infinita"
Por su parte, “La memoria infinita”, premio del jurado en el Festival de Sundance, nominada al Goya a mejor película iberoamericana y preseleccionada para los Premios Oscar, es una obra que conecta temáticamente con los trabajos anteriores de su directora, Maite Alberdi (“Los niños” y “El agente topo”), en cuanto a la exploración de la fragilidad, la dependencia o el aislamiento. En este caso nos sumerge en cómo convive con el Alzheimer la pareja protagonista, formada por Paulina Urrutia, actriz de larga trayectoria, directora teatral, académica y exministra de Cultura de Chile, y Augusto Góngora, un destacado periodista que en pleno régimen militar desempeñó un papel activo en la denuncia de violaciones a los derechos humanos. Una hermosísima historia de amor donde accedemos a las vivencias íntimas y cotidianas del matrimonio ante el deterioro de él. También adquiere presencia el libro coescrito por el protagonista, “Chile: la memoria prohibida” en el que se relatan hechos muy relevantes de la Historia del país ocurridos entre 1973 y 1975. El dolor de la dictadura que forma parte de su memoria personal y, por supuesto, de la colectiva.
A la vez la película nos recuerda la importancia del cine como herramienta frente al olvido y llega incluso a invocar el recuerdo del director Raúl Ruiz, uno de los nombres históricos del cine chileno (con quien Augusto Góngora trabajó en “La recta provincia” y “Litoral”), que abordó la memoria de la cultura popular del país.
Y toda la memoria emocional de la cinta se completa con una banda sonora musical en absoluta sintonía con la narración. Delicioso el momento en que suena “La danza de las libélulas”, interpretada por Manuel García, o “¿A dónde van?”, de Silvio Rodríguez, que bien puede condensar el alma de esta historia.
Por último, se estrena “Perfect Days”, la nueva película de Wim Wenders que nos traslada a Tokio para presentarnos a un trabajador de mantenimiento de los baños públicos, al que observamos en sus labores de limpieza, en la lectura de William Faulkner o Patricia Highsmith, las visitas al hammam o a restaurantes modestos, la contemplación y fotografía de árboles, en sus sueños y escuchando la música de sus cintas de casete, con lo que disfruta de las pequeñas coincidencias que surgen de las mismas. Asistimos a una especie de crónica documental de su sencilla vida cotidiana, donde tienen cabida situaciones divertidas o conmovedoras. El retrato de la rutina diaria de este hombre generoso y afectuoso en un frío entorno, cuyo rostro ilumina la pantalla y al que da vida el maravilloso actor Koji Yakusho, que obtuvo por este trabajo el premio a mejor interpretación en el Festival de Cannes. Una película delicada y poética, -íntimamente relacionada con la huella de maestro Yasujiro Ozu-, con una banda sonora extraordinaria, de la que salimos tarareando el “Feeling good”, de Nina Simone y con ganas de saborearlo todo.