A partir de los 60

Jerez de la Frontera

Hay una persona que me está mirando de frente desde el otro lado del espejo; me reconozco en su mirada, pero no en su silueta, no en la redondez de su cara, no el código de barras que rodea su boca.

Pertenezco a una generación de mujeres que no está preparada para envejecer, porque a partir de los 60 no es que estés en la cara B, es que gran parte del concierto de tu vida ya pasó y como dice la canción… el pasado lo que no tiene es remedio.

Inventamos aquello de que los cuarenta eran los nuevos 20, después fueron los 50 los nuevos 20 y ahora son los 60; y seguimos con la fantasía de mantenernos eternamente jóvenes y aunque tengamos más ganas que energía, más ilusión que vitalidad y a veces más empeño que salud, esa ilusión permanece intacta.

Todas las generaciones evolucionan, pero aquellas que nacimos en los 60 y ahora tenemos los mismos, hemos cambiado el mundo de arriba abajo, desde el blanco y negro al color, desde lo analógico a lo digital, desde las cartas a las Stories; desde el hogar al trabajo, desde lo privado a lo público, desde el amor a la amistad…. Tantos mitos han caído.

Lo mejor es la libertad ganada a pulso; la independencia de una generación de mujeres que, educadas para depender y obedecer, nos saltamos todas las reglas y nos negamos a cumplir con nuestro destino; nos reinventamos y nos seguimos reinventando cada día. Porque más allá de cual sea nuestro aspecto actual, a pesar de las cicatrices de la vida, conservamos la belleza serena de quien ha sabido darle coba al tiempo que nos ha tocado vivir.

Antonia Asencio García