Inmaculada Carmona: "En el laboratorio del Reina Sofía procesamos 3.500 muestras diarias, pero para la sociedad somos invisibles"

Córdoba

El Sindicato Nacional de Técnicos Superiores Sanitarios (TECNOS) ha hecho una llamada de alerta respecto a la falta de personal que sufren servicios básicos para el sistema de Salud en Andalucía. En Córdoba, los departamentos más afectados son el de laboratorio de análisis y el de radiodiagnóstico, según ha explicado a La SER la secretaria provincial de la organización, Inmaculada Carmona, quien advierte, no obstante, de "un mal endémico".

Carmona habla de un sistema "extremadamente tensionado por el volumen de trabajo, pese a la renovación de muchos contratos de refuerzo Covid por un año más". En este sentido, pone como ejemplo el servicio de laboratorio del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba (HURS), donde a las muestras propias se suman las obtenidas en los centros de salud de gran parte de la provincia.

La representante sindical detalla que en el centro hospitalario cordobés desarrollan su función unos 70 técnicos de laboratorio, organizados por turnos. "Lo cierto es que la infraestructura es gigante", reconoce. Y no es para menos, porque estima que por sus tubos de ensayo pasan diariamente más de 3.500 muestras como sangre, orina, heces o líquido cefalorraquídeo, entre otros.

"Es muy estresante, aunque la experiencia te enseña a priorizar", concreta Carmona, "porque cuando nos llega una bala —así se refieren a las muestras que llegan propulsadas por un tubo neumático desde las distintas áreas del hospital— y vemos lo que nos pide el médico que analicemos, sabemos si 'arriba' tienen un infarto, un código ictus, un parto o una persona estable". Así que hay situaciones en las que la velocidad apremia, pero dicen desde TECNOS, sin contar con el personal necesario es muy complicado dar una respuesta que mejore la calidad asistencial.

Al respecto, cita como ejemplo el servicio de urgencias. Cuenta con un laboratorio específico funcionando las 24 horas del día que, según la secretaria provincial del sindicato, "debiera contar con al menos 4 personas de forma permanente, pero en muchas ocasiones son solo tres". Matiza que la voluntad del centro hospitalario siempre es buena a la hora de cubrir las bajas, pero aquí entran en juego la disponibilidad de profesionales cualificados y el trámite administrativo que debe cumplimentarse para, por ejemplo, cubrir un baja laboral.

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"En urgencias te pueden pedir cualquier cosa y en los días complicados se llegan a procesar más de dos centenares de muestras", apunta haciendo un llamamiento a la responsabilidad de la ciudadanía a la hora de acudir a este servicio. Y aunque la mayoría de reivindicaciones que expresa Carmona tienen que ver con las necesidades de reforzar medios humanos, también desliza la necesidad de aumentar las revisiones técnicas de los equipamientos con los que trabaja día a día.

Como las compañías que suministran tecnología a los hospitales andaluces tienen sus delegaciones en España en las grandes ciudades, en muchas ocasiones el servicio técnico atiende de forma remota. "Así que también tenemos que ejercer de mecánicos cuando una de nuestras máquinas se estropea", lamenta la representante sindical, "o directamente realizamos algunas técnicas de análisis por otros métodos menos precisos". Eso sí, reconoce, "contamos con tecnologías muy avanzadas y las tenemos calibradas y listas para ofrecer resultados cada día más precisos".

Ahora, la petición del sindicato TECNOS a la Junta de Andalucía —que incluso está judicializada en el TSJA— se centra en conseguir un aumento de categoría profesional. Una solicitud en la que también insisten otras organizaciones como Comisiones Obreras o UGT. Actualmente, los técnicos de laboratorio, radiodiagnóstico, anatomía patológica, radioterapia, dietética o radiofísica se encuentran en la categoría C1 (niveles 15 al 22 dentro de la administración). Sin embargo, consideran que deberían pasar al grupo B, "después de que los enfermeros y enfermeras sí subieran su categoría".

Esa modificación, que por el momento no ha prosperado a nivel parlamentario, supondría un aumento salarial cercano a los 200 euros brutos cada mes. "Es una cifra significativa", apunta Inmaculada Carmona, "pero lo que más nos importa es el reconocimiento a nuestra labor". Así, se muestra "indignada" de que en situaciones extremas como la pandemia desencadenada por el coronavirus SARS-CoV-2, "en ningún momento se nos mostró gratitud, cuando éramos los técnicos de laboratorio quienes ofrecíamos el diagnóstico a través de las pruebas PCR".