La cantera del Carnaval de Cádiz le canta a Palestina

Cádiz

La final infantil del Concurso Oficial del Carnaval de Cádiz dejó momentos muy emocionantes. Hubo letras contra el acoso, de respeto del medio ambiente, la integración en las escuelas, homenaje a las familias, y a ilustres carnavaleros. Conmovieron especialmente dos letras de pasodoble de las comparsas 'Las hijas de Neptuno', de Jesús Bienvenido y David Romero, y 'Si yo te contara', de David González y Antonio Guerrero, que se acordaron del sufrimiento de Palestina, especialmente, el de sus niñas y niños.

'Las hijas de Neptuno' interpretó primero una emocionante letra de empoderamiento de las niñas, a las que siempre han asociado con debilidad. Pero ahora las niñas son campeonas, capaces de todo. En su segunda letra, con protagonismo del bombo a forma de latidos de corazón, cantaron contra los que atacan a inocentes en guerras absurdas. Esta es la letra:

"Oye los latidos de estos corazones

que laten cantando.

Es un latidito que suena suavito,

préstale atención

Pero si se une un corazoncito a un corazoncito

Suenan con la fuerza tremdan

inmensa de un gran corazón.

Que rompe el silencio

de un mundo sin voz.

Los corazones de nuestros mayores

quisieron callar frente al odio y el miedo.

Por eso el mundo tendrá que gritar y sumar y sumar

corazones pequeños

Y así latiendo por las esquinas

Corazoncito a corazocinto se oirá el corazón

De Palestina, de Palestina, de Palestina.

'Las hijas de Neptuno', que se ha llevado el primer premio, ya fue viral por cantar una letra en semifinales en catalán, vasco y gallego, para defender la pluralidad lingüistica de España.

La comparsa 'Si yo te contara', que ha sido segundo premio, interpreta a unos cuenta cuentos y en su segundo pasodoble también se acordaron de una historia de horror y miedo, a la que desean un pronto final.

"Voy a contar una historia sin igual

que trata de una familia

Una normal sin la sangre azul ni na

de una lejana provincia.

Que se unió en la adversidad

consiguiendo derrotar a quien quiso su dolor

levantando con esfuerzo su castillo

donde mismo unos villanos

han sometido y han destruido.

Y en los jardines de aquel hermoso castillo

correteaban y jugaban los chiquillos

mientras que dentro del palacio, en los salones

bailan felices todos los mayores

Y los vecinos de este pueblo sonreían

porque ya el miedo que pasaban no existía.

Pues terminó, los villanos se habían ido y

acabó con el horror.

Ya cantaban felices, solo reinaba el amor

y lloraban solamente de alegría y emoción

Ay ojalá, se hiciese realidad algún día

lo que este libro imagina

Y te contara este cuento

un niño de Palestina, un niño de Palestina.