El mejor diagnóstico del campo de Andalucía: fortalezas y debilidades en 5 minutos

Granada

Berlín es siempre un gran encuentro para el campo. La feria Fruit Logistic concita a todos los productores y distribuidores del mercado mundial; a las grandes marcas de tecnificación y digitalización; las maquinarias más avanzadas; la ciencia aplicada al progreso de un sector pujante, que sube precios, que se manifiesta en la calle, y que reivindica su papel preponderante en la sociedad actual.

La sequía, la necesidad de revolucionar las infraestructuras hídricas; las desigualdades y falta de empatía de Bruselas en las políticas agrícolas y en el reparto de la PAC; la cada vez más estrecha rentabilidad; la competencia desleal de cultivos que llegan de fuera de Europa, más baratos, que campan a sus anchas favorecidos por menos controles de calidad; y así una serie interminable de angustias que merman la serenidad de un sector que ha dicho basta.

A la vez, paradójicamente, Berlín muestra que el campo de Andalucía vive el mejor momento de siempre. Por calidad, por cantidad, por prestigio mundial, por la capacidad para innovar y avanzar en la línea que demandan los mercados más exigentes de la tierra que son al mismo tiempo los que más están dispuestos a pagar por un pepino y un tomate. La presentación del producto -snack, gourmet, deluxe-, el sabor y la trazabilidad, son atributos que demanda Europa y que Andalucía y Granada están ajustando cada día un poco más para ganar cuota en los primeros mercados del continente.

De las amenazas y de las oportunidades habla Fulgencio Torres, el granadino de Gualchos-Castell de Ferro que preside la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía. En cinco minutos, en el micrófono de Radio Granada portado por Rafa Troyano, Torres hace una silueta de la realidad que el campo vive en Andalucía.