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Fernando Amores, arqueólogo: "Muchas de las imágenes que se están descubriendo en la Giralda de Sevilla eran divertimentos de los propios alarifes"

La restauración de la Giralda está sacando grabados sorprendentes como una estrella de seis puntas, un soldado a caballo o algo parecido a la flor de la vida, un símbolo en principio pagano

Fernando Amores, arqueólogo: "Muchas de las imágenes que se están descubriendo en la Giralda eran divertimentos de los propios alarifes"

Sevilla

El arqueólogo Fernando Amores ha pasado por los micrófonos de Hoy por Hoy Sevilla para comentar la información que este fin de semana daba ABC sobre los grabados sorprendentes y ajenos a una construcción árabe, como son una estrella de David, un soldado a caballo y una flor de la vida, en los tres casos, figuras y otras representaciones.

Amores ha contado que las miradas que se hacen sobre los monumentos se están ampliando y ahora se ven cosas que antes no: "Es verdad que hay cosas sorprendentes, hay un poco de todo y marcas personales de los alarifes -arquitectos o maestros mayores de obras- que pueden ser para marcar los trazados correctos o pequeñas "divertimentos" donde los alarifes hacen sus dibujitos, como poner la huella de la mano en un ladrillo".

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Ha puntualizado Fernando Amores que "decir que es una Estrella de David es dar una intencionalidad concreta, lo que hay es una estrella de seis puntas, una forma geométrica de dos triángulos inversos". "Hay que ver todo en su conjunto, no hacer interpretaciones individuales, sigue diciendo, como la flor de la vida, que, clarísimamente, es un ejercicio de compás donde se ensayan las distintas curvas del arquillo, es una forma de mostrar las destrezas de cada alarife". No tiene por qué tener, por lo tanto, una simbología como la flor de la vida, que recordemos, es un símbolo de la unidad con el todo, una especie de red que interconecta todo, una figura que se ha usando desde la Antigüedad.

"No debería estar"

Con respecto al soldado a caballo, efectivamente, "no debería estar porque los musulmanes no podían representar figuras animadas, pero a veces sí aparecen, como es el caso de los leones, es anómalo, cierto, pero no se le puede sacar mayor sentido", concluye el profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla.

Estos, en palabras de Amores, divertimentos de los alarifes han aparecido en los sebka, los elementos decorativos con forma de retícula oblicua, a modo de entrelazado geométrico romboidal, que cubre muros, arcos, paredes, zócalos, u otros paramentos, característico del arte islámico en al-Ándalus y, por supuesto, de la Giralda, el icono más emblemático y representativo de la ciudad de Sevilla, y desde luego, un ejemplo de las culturas que han pasado por la ciudad.

Las restauraciones no dejan de sacar a la luz muchas curiosidades que hasta ahora no sabíamos, por ejemplo, que en su origen la Giralda fue roja. Este hallazgo ha sido posible gracias a la retirada de la suciedad y los morteros de posteriores intervenciones. La pigmentación se perdió con el tiempo y se eliminó con la restauración del siglo XIX.

Hoy por Hoy Sevilla (12/02/2024)