Barrios excluidos, los últimos de la clase

Córdoba

El barrio de Las Palmeras (Córdoba) tiene el triste honor de formar parte, año tras año, del podium de los barrios más pobres de España. Situado al noroeste de la capital, alejado del casco urbano y conformado principalmente por viviendas sociales cerradas en torno a patios, sufre la exclusión. Por tanto, la falta de oportunidades para las hijas de hijos de las familias que siguen esperando un plan integral que les saque del hoyo.

Tienen dificultades económicas y laborales y un termómetro de crisis. Cuando la economía cae, el barrio se resiente y la conflictividad sube. Un barrio con mucha gente buena, pero con circunstancias enquistadas que se heredan. O te vas, o se acabó el futuro. Pero, ¿Y si consiguen cambiarlo?

Esta semana, la consejera de Desarrollo Educativo confirmó que el próximo curso cerrarán dos de los tres colegios públicos de la zona de Las Palmeras. No parece que la solución para una población vulnerable, compleja y con altas tasas de absentismo sea cerrar de una tacada dos centros públicos. Patricia del Pozo aludió a las bajas matriculaciones. La Junta apuesta por un único centro, dotado de refuerzos, dicen, y que concentre al alumnado. Con este cambio, según la Junta de Personal Docente no Universitario, se pasará de 30 a 17 docentes en total.

Pero cerrar dos colegios públicos en un barrio como Palmeras, ¿No es reducir recursos en vez de ir a la raíz del problema? ¿Qué está pasando con la escolarización de los menores en el barrio? La asociación de vecinos Unión y Esperanza de Las Palmeras conoció la noticia después de recibir el premio Tomás de Aquino de la Universidad de Córdoba por volcarse en intentar que sus jóvenes lleguen a la universidad. Son muy pocos. No entienden una decisión que olvidado la vía del diálogo.

Parece que si las administraciones buscan verdaderamente futuro para estos vecinos, la solución no pasa por medidas drásticas como el cierre de dos colegios públicos... y nada más. Sin planes graduales o actuaciones conjuntas para acabar con la base del problema: la exclusión. En Andalucía hay barrios con necesidades especiales. No vamos a dejarlos para siempre en la última fila de clase.