Una pícara que juega en casa

Cádiz

Aida Santos-Allely tiene el atrevimiento de comparar la representación de su obra 'La pícara de Cervantes' en la Sala Central Lechera con un partido del Cádiz en el Nuevo Mirandilla. "Es jugar en casa". Y jugar en casa tiene una parte muy bonita, que es mostrar a los tuyos tu trabajo tras haberlo rodado con éxito en otros lugares. Se nota el cariño y el afecto. Pero hay también una presión, unos nervios intrínsecos de querer agradar a los que te quieren. En esta obra, representada por primera vez en la capital gaditana, la ciudad natal de la actriz, Aida Santos-Allely se reta a sí misma. Se prueba en todos los registros, exhibe una prodigiosa memoria de textos, enseña todo su muestrario interpretativo, se vuelve clásica y contemporánea a la vez, juega a la risa pero también a la lágrima. Y, como en los buenos partidos de fútbol, salió victoriosa. Ganó por goleada.

La pícara de Cervantes es una obra que retrotrae al universo de las novelas picarescas del Siglo de Oro en una profunda investigación que selecciona obras cervantinas como La Numancia, Pedro de Urdemalas, El gallardo español o El rufián dichoso. La protagonista es una cómica de la época que va relatando sus vivencias, las dificultades de ser una actriz en esos años, sus encuentros amorosos y no amorosos con otros hombres, su admiración por Cervantes, mientras, como buen juglar, trata de ganarse unas monedas exhibiendo su gorro ante el público.

Santos-Allely, con una amplísima experiencia como actriz, llevó al Corral de Cervantes de Madrid, organizado por la Fundación Siglo de Oro, esta propuesta en diciembre de 2022. Allí consiguió el tercer premio de ese certamen. Es un homenaje a Cervantes profundizando en sus obras menos conocidas, sus comedias que nunca vio representar, y también en sus entremeses y en sus refranes, con un cuidadísimo y valiente texto en verso. La actriz llega a representar más de una decena de personajes entre mujeres, borrachos, niños, pícaras y pícaros, o Lope de Vega. Sus transformaciones tienen forma de prodigio. Un simple cambio de vestuario, uno de los mejores hallazgos de la obra, y la manipulación de algunos objetos como un carrillo, unos cucharas, unas hojas o unas telas, consolidan unas metamorfosis que son posibles gracias a su talento largo.

La actriz juega con la potente expresividad de su rostro, con el brillo de sus ojos, con la viveza de su voz, con un absoluto control de su cuerpo para componer y descomponer sus personajes con una facilidad pasmosa. La pícara de Cervantes está lleno de humor, de guiños, algunas veces extemporáneos, que aligeran el peso del texto recitado, pero lo combina con la recreación de algunas escenas más dramáticas, en un deslumbrante catálogo de posibilidades interpretativas.

Cuenta Santos-Allely que su obra pretende ser un triple homenaje: a Cervantes y sus obras menos conocidas, a las actrices del Siglo de Oro que tuvieron que enfrentarse a las dificultades de una profesión que les ponía muchas trabas, y al teatro en verso. Por esta obra opta, junto a otros artistas de la provincia de Cádiz a los X Premios Federico García Loca de las artes escénicas de Andalucía. Ella compite por el mejor espectáculo de pequeño y mediano formato. En la Central Lechera ha llenado dos días seguidos, lo que ya es una muestra de la admiración y cariño que sienten por ella sus vecinos. El partido en casa lo ganó de calle, y solo, si se permite en esta crónica, erró un tiro: el elegir entre el público como Cervantes al más lacio de toda la sala.

(La pícara de Cervantes se representó el viernes 1 de marzo de 2024 en la Sala Central Lechera de Cádiz, con aforo completo)