Chus, Noelia y Antonio, la renovación del sector primario de Jaén
Visitamos una explotación caprina de Huelma, una finca de agricultura biodinámica de Solana de Torralba y la granja de Levasa, negocios caracterizados por el respeto al animal
Jaén
El mundo rural y el sector primario han cambiado mucho en las últimas décadas. Afectados por las últimas crisis económicas y por el incremento de los costes de producción, las granjas y explotaciones agroganaderas jienenses sobreviven adaptándose a los nuevos tiempos y primando el bienestar animal y otras formas de agricultura que nos muestran vías de reinventarse para continuar ofreciendo productos con la máxima calidad y, a la vez, con el máximo respeto a los animales que viven en estas explotaciones. Nos acercamos a tres modelos que están en nuestra provincia, en Huelma, Solana de Torralba y Jaén capital.
Explotación ganadera Marín
Desde Huelma nos atiende Chus Marín, "tengo 37 años y llevo ya de ganadero 22, más de media vida". A su cargo están las más de 500 cabras de raza malagueña que tiene en la localidad que le vio nacer. Una vida ligada al campo y a los animales en la que siempre ha tenido el bienestar animal por norma. Para él, la genética, la sanidad y el manejo de los animales son los pilares fundamentales para sacar adelante la explotación.
Marín reconoce que los animales son su "pasión, me gusta verlos bien" a la vez que recalca que está al frente "de un negocio y un negocio es rentable cuando los animales tienen salud, un bienestar muy bueno y producen todo lo que está a su alcance". El medio millar de cabras están repartidas en tres lotes, por un lado las preñadas y, por otro, las de producción media y alta.
Salvo las que esperan cabritos, las demás son ordeñadas todos los días con una ordeñadora de las más innovadoras, de hecho, "lleva retirado automático para que al animal no le haga daño en la ubre, además, lleva una salida como en box de caballo, las cabras van en cajones pero están libres, notamos que están más tranquilas". Chus Marín también participa en proyectos de investigación, ahora se encuentra inmerso en el Antibioalter, un proyecto de la Universidad Cardenal Herrera de Valencia cuyo objetivo es "hacer un probiótico para combatir problemas de mamitis, que es el mayor problema en la ubre de las cabras. para ello, se ha "sacado un célula de la leche de las cabras" y los primeros resultados están siendo "buenos".
Lo más llamativo de la granja son los cepillos masajeadores que tienen las cabras. Situados en diferentes naves, permiten eliminar "el estrés de los animales" lo que permite que tengan más "calidad de vida". Los cepillos llevan "un sensor de movimiento, conforme la cabra se acerca, se enciende, empieza a rotar y la cabra empieza a moverlo, las ves casi que se duermen".
Masajeador de cabras en Huelma
Agricultura biodinámica en Solana de Torralba
Nuestra siguiente protagonista nos lleva hasta la Vega Alta del Guadalquivir. Allí, cerca de Peal de Becerro y de Cazorla se encuentra la pedanía de Solana de Torralba y Noelia Rodríguez, responsable de la Granja de Vega Torralba Bio. Ella recuerda que continúa la tradición de su familia al señalar que es "hija, nieta, bisnieta, tataranieta de agricultores y pastores, tanto por parte de madre como de padre, yo creo que es como el que nace torero, yo nacía para esto".
Ha sido agricultora tradicional, luego ecológica y finalmente se pasó a la biodinámica, una modalidad que practica en la parcela que compró en 2012. Este tipo de agricultura fue impulsada por Rudolf Steiner. "trabajamos en el ámbito energético, no en la materia, lo que hacemos es captar la energía cósmica y luego ponemos esta información en el suelo y la planta, de esta forma lo que hacemos es subir el campo energético del suelo a la planta para que pueda expresas su máxima vitalidad".
Aquí tienen un papel muy importante los preparados biodinámicos que se encuentran en pequeña caseta de la finca a la que, para acceder, hay que poner el móvil en modo avión. Rodríguez justifica esta medida porque así se facilita la llegada de la información que lanzan "la luna, el sol y los planetas", información que llega a los preparados y que luego se transmite a la planta.
En estos preparados también tienen un papel muy importante Caramelo y Pipi, el toro y la vaca de Vega Torralba Bio. Una vez que Pipi para a un ternero, se recogerá su excremento para mezclarlo en los preparados. Esto es así porque "cuando la vaca tiene esos periodos de gestación, su sistema hormonal también cambia y el excremento también".
Además de producir pistacho, aceite y miel la finca también da vino. Actualmente tienen unas dos hectáreas de viñedo de las variedades cencibel y garnacha tintorera. Todo ello cultivado bajo los criterios biodinámicos ya que "trasegamos siguiendo criterios astronómicos". Por último, Noelia Rodríguez asegura que "el vino es una aventura, es como tener un hijo, tu ya has cogido la uva, has tenido vino, hasta el final ya estás todo el rato detrás de él".
Levasa
La historia de la granja de vacas más famosa de la capital está marcada por una mujer. El actual responsable es Antonio Martínez quien ha recordado que "mi madre fue la artífice" de tener vacas ya que fue "mi madre la que hizo abandonar (a mi padre) las cabras y empezó a tener vacas. Así comenzó Levasa, desde una casa en la calle General Castaños del barrio de Belén y con unas 27 vacas cuyo nombre todavía recuerda "Gargantilla, Guapa, Violeta, Señorita, Lunares, Labraora, Confitera...".
Actualmente cuentan con unas 1.100 vacas frisonas, una raza con una producción de leche de gran calidad en la explotación situada en la carretera de Madrid, en las proximidades de la capital. El bienestar animal también se cuida al máximo y el verano y las altas temperaturas no lo ponen fácil, un obstáculo que se salva con unos grandes ventiladores que "se encienden cuando el termómetro pasa de 24-25 grados".
En los momentos de más calor "de los ventiladores cae un chorrito de agua pulverizado, lo mismo que en los restaurantes pero más grande". Además, "cuando salen de las sala de ordeño allí hay duchas, se tiran una hora ahí cayendo el agua, salen fresquitas y la vaca vuelve a comer".
La líbido de los animales también está bajo control gracias a unas antenas repartidas por todas las naves que reciben las señales que mandan unos dispositivos que cada animal lleva colgado. Este sistema envía información que se basa en los pasos que cada la vaca, "en el momento que sale el celo la vaca va buscando el macho". Es en ese momento cuando da más pasos y cuando completa tres estrellas es "que está en el apogeo, ese día se aparta y se insemina".
Los terneros reciben cuidados nada más nacer ya que se les cubre con un gran abrigo para evitar que pasen frío, unos cuidados que también llegan a la dieta ya que cuentan con "una máquina que les da la ración de la leche y si le ponemos que tienen que beber ocho litros de leche en cinco raciones, aunque el ternerillo entre 20 veces a la máquina, no le dará más que sus tomas al día".
En definitiva, tanto Chus Marín como Noelia Rodríguez y Antonio Martínez son el reflejo del sector primario de la provincia jienense, un sector que pese a las dificultades actuales, se renueva prestando atención a la situación que viven los animales, iniciativas de kilómetro cero que reivindican el buen hacer del campo de nuestra tierra.
César García
Licenciado en Periodismo. Comenzó a trabajar...