El contrabando de tabaco y el control del aeropuerto, prioridades de la sargento Carrera, la mujer al frente del destacamento Fiscal de la Guardia Civil en Córdoba
Con siete efectivos bajo su mando, está diseñando el operativo de seguridad para el inicio de vuelos comerciales desde la capital de provincia
Córdoba
Lleva apenas un año en la comandancia de Córdoba, pero de novata no tiene nada. La sargento Rocío Carrera ha aterrizado en la provincia justo en el momento en que desde el aeropuerto empezarán a operar vuelos regulares; y todo ello sin descuidar el resto de obligaciones que le suponen ser la jefa del Destacamento Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil. Entre sus funciones se encuentran la lucha contra el contrabando, el control de los impuestos especiales de productos como el alcohol, el tabaco y el combustible, así como la supervisión de las personas, productos y objetos que entran en España.
El oficio le viene de familia. Su padre es uno de los primeros efectivos que formaron parte del Servicio de Montaña de la Benemérita y su hermano también pertenece al Instituto Armado. Siempre lo tuvo claro, aunque optó por formarse en Economía antes de presentarse a la oposición que le entregó el tricornio. Fue en 2009, un años con muy pocas plazas en el que empezaba una carrera de fondo que le ha llevado a ascender a sargento por concurso de méritos.
Hoy es una de las cuatro mujeres que ocupan una posición de mando en la Guardia Civil de Córdoba y dirige a un equipo de siete personas que por primera vez en la provincia están especializadas en garantizar el resguardo Fiscal del Estado. Ha creado un destacamento desde sus cimientos.
PREGUNTA: ¿Influyó mucho que su padre fuese Guardia Civil en que usted optase por esta vía profesional?
RESPUESTA: Pues sí, pasé toda mi infancia en un cuartel, hasta los 13 años de edad, así que indudablemente sabes todo lo que conlleva. Cuando era pequeña estaba 'rodeada de verde' y eso me generaba mucha admiración. Mi padre me contaba y me sigue contando anécdotas y eso influyó.
P: ¿Y encontró apoyó en su seno familiar cuando comunicó la decisión?
R: Mi padre estaba encantado. A mi madre, que en paz descanse, no le hacía mucha gracia al principio, pero cuando ingresé en el cuerpo y comprobó cómo me llenaba mi trabajo me apoyó sin límites.
También es cierto que, aunque siempre me atrajo, cuando terminé Bachillerato decidí hacer la carrera de Economía porque quería seguir formándome y fue al terminarla cuando decidí prepararme la para ser Guardia Civil. Siempre pensé que ésta era una salida laboral excepcional, donde hay multitud de especialidades y oportunidades para promocionarse y crecer.
P: ¿Cómo fue el proceso de preparación de la oposición?
Hay que estudiar y prepararse, claro. Yo me las preparé en el año 2009, con una situación económica a nivel nacional complicada. Era la promoción número 116 y, casualmente, salieron solo 116 plazas. Se presentaron más de 18.000 personas.
¡Hay anécdota!: el día previo al examen se casó mi hermano, con lo cual fui prácticamente sin descansar. La prueba, además, coincidió con el día de mi cumpleaños. Y me llevé el mejor regalo.
P: ¿Le es útil actualmente su formación en Ciencias Económicas?
Pues después de pasar por Seguridad Ciudadana, trabajé en la Unidad de Gestión Económica en Barcelona. Por mi formación pensé que quizá podría acabar en Delitos Económicos y eso me atraía, al final no fue así pero sigo empleando algunos de los conocimientos adquiridos en la carrera, claro.
P: ¿Recuerda su primer día de trabajo?
R: El primer día exacto no, pero sí las primeras actuaciones en la calle, haciendo controles, cuando te avisaban de un robo, el salto de una alarma, etc. También intervine en casos de Violencia de Género o de suicidio. En la academia te preparan para todo, pero claro, no es lo mismo que vivirlo.
P: A día de hoy, apenas el 10 % de los efectivos de la Guardia Civil son mujeres. Sigue siendo un oficio altamente masculinizado...
R: El 9,57 %, efectivamente. Ese porcentaje está ahí y es una realidad, pero no deja de crecer. En España somos 7.479 mujeres guardias. Aquí en Córdoba, unas 66, de las que cuatro ejercen el mando.
Creo que el mensaje que hay que transmitir es que en la Guardia Civil hay igualdad de oportunidades. No existen diferencias de salario, estamos perfectamente integradas, no hay ninguna limitación a nuestra proyección profesional y tenemos las mismas posibilidades de promocionar. En esto se ha trabajado a través de los planes internos de Igualdad que, he de decir, se cumplen a rajatabla.
La mujer ingresó en una Guardia Civil íntegramente masculina en el año 1988. Desde entonces, año tras año son más las opositoras, pero me gustaría decir que creo que hay mujeres que no son conscientes de la multitud de especialidades que tenemos. Les invito a investigar porque es una profesión muy gratificante.
P: Hoy día todos llevamos un medio de comunicación en el bolsillo. Hay personas que graban y difunden intervenciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en redes sociales. Y, a veces, da la impresión de que si una mujer participa en el operativo su actuación es observada con lupa. ¿Coincide?
R: Hay más trabajo por hacer fuera que dentro de los cuarteles. Existe un sector de la sociedad, afortunadamente minoritario, que está deseando que ocurra cualquier incidente para grabarlo y comentarlo.
Todo el personal de la Guardia Civil recibe formación en técnicas de defensa personal policial, así que están igualmente preparados y capacitados tanto hombres como mujeres para actuar en cualquier situación. Hay miles de ejemplos en los que la intervención impecable de una guardia ha resuelto la situación.
P: Antes de llegar a Córdoba, ¿cuál ha sido su trayectoria?
Empecé en Seguridad Ciudadana, tanto en la calle como en la oficina de atención de denuncias. Después pasé a la Unidad Fiscal del Puerto de Barcelona, un destino que me ha permitido realizar varias misiones internacionales en destinos como Bulgaria, Montenegro o Líbano.
Y también he participado en investigaciones y operativos contra el terrorismo islamista y el narcotráfico. Soy aventurera, sí.
He participado en misiones internacionales en Bulgaria, Montenegro y Líbano, además de en unidades de lucha contra el terrorismo islamista y el narcotráfico.
— Sargento Rocío Carrera
P: ¿Y cómo aterriza en el destino de Jefa del Destacamento de Fiscal y Fronteras?
Es un destino al que se accede por méritos, como estudios, felicitaciones, idiomas o antigüedad. Se van adquiriendo puntos y eso te permite acceder al puesto.
Estoy muy contenta aquí aunque tenemos mucho trabajo porque es un destacamento nuevo. Cuando llegué no tenía un referente en quien fijarme, así que ha sido un reto.
P: Y le ponen al mando de un equipo de 7 efectivos...
Es la primera vez que tengo personas a mi cargo. Yo soy exigente porque he intentado dar todo lo mejor de mí en todas las facetas de mi vida y es lo que intento transmitir. Pero tengo un equipo que me responde con creces. Todos remamos en la misma dirección para conseguir los objetivos diarios y eso que todavía dejamos algo de margen a la improvisación, porque estamos 'empezando'.
Es complejo porque hemos tenido que gestionar desde cero cuestiones muy básicas como preparar las típicas actas de inspección o incluso pedir el material de oficina. Cuando llegué no teníamos ni siquiera dependencias donde ubicarnos.
Yo también he tenido que aprender mucho de los compañeros y compañeras que llevan años sobre el terreno de esta provincia, al tiempo que formando a mis guardias en las materias específicas que hoy trabajamos. Debo decir que me he sentido muy arropada, tanto por los mandos como por los guardias.
P: ¿Cómo es un día de rutina en el destacamento?
R: Casi siempre tenemos inspecciones por toda la provincia, relacionadas con impuestos especiales, con trabando de tabaco o en puntos de venta con recargos. Pero depende muchísimo de si estamos en mitad de una operación o en fase de investigación.
P: Córdoba siempre ha jugado un papel muy destacado en el movimiento de tabaco de contrabando. ¿Hay puntos negros en la provincia?
R: Sí, es un problema que Córdoba lleva arrastrando desde hace muchos años. Efectivamente, muchos de esos puntos los tenemos detectados, pero este tipo de delincuencia plantea un handicap, porque no solo es organizada sino que es itinerante. Cuando los traficantes notan la presión policial, se desactivan temporalmente o se mueven de sitio.
A medida que he ido tomando contacto con el territorio, le puedo confirmar que es uno de los problemas que más preocupan a mí y a mi equipo. En un año hemos incautado más de 200 kilos de picadura de tabaco ilegal y hemos levantado unas 50 actas de denuncia. Ya se han cerrado establecimientos por contrabando, porque hemos hecho más de 300 inspecciones en los últimos doce meses.
En un año, el destacamento de Fiscal y Fronteras de Córdoba se ha incautado de 600 cajetillas de tabaco fraudulento, 200 kilos de picadura de tabaco o unas 2.000 botellas de alcohol ilegal. También hemos intervenido contra la importación ilegal de juguetes o vapers, o el uso fraudulento de gasóleo bonificado.
— sargento Rocío Carrera
Sin embargo, la investigación requiere de tiempo: puedes incautar cajetillas aquí y allí, pero para desarticular una red criminal organizada hay que poner trabajo y paciencia.
P: Le viene a usted mucho trabajo encima con la puesta en valor del aeropuerto...
R: Otro reto, porque el aumento del número de vuelos regulares se va a producir, especialmente, en verano, cuando cuadrar turnos es más complicado. El auge de vuelos comerciales implicará un dispositivo operativo de mayor envergadura al que estamos aquí acostumbrados, que estamos preparando. De hecho, los efectivos de mi destacamento llevan algunos meses recibiendo una formación específica sobre seguridad en aviación civil.
Pronto empezaremos a trazar el dispositivo con el resto de entes implicados. Y ya estamos estableciendo los canales de coordinación tanto con los equipos Pegaso de la Guardia Civil como con la Unidad de Seguridad Ciudadana, que representará un apoyo crucial.
P: ¿Se plantea seguir ascendiendo dentro del Instituto Armado?
Es una opción que no descarto, pero ahora mismo no es el momento. Estoy dedicada en cuerpo y alma a la nueva unidad, el comienzo no ha sido fácil y ahora que ya la tengo encauzada, que estamos trabajando muy bien, sí que me gustaría seguir centrada en ella y conseguir los propósitos que me he marcado.
P:¿Qué le diría a alguien joven que hoy día se plantea la Guardia Civil como una opción de futuro?
R: Que probablemente no se va a arrepentir. Como todos los trabajos, este tiene sus cosas buenas y otras que no lo son tanto, pero el abanico de oportunidades que ofrece esta institución es muy amplio, eso es lo que quiero transmitir especialmente a las chicas jóvenes. Si tienen claro que les gusta, que se pongan a estudiar y lo intenten.
Como ocurrió en mi caso, esto no es incompatible con estudiar una carrera. Es más, dentro de la Benemérita se reclaman muchos perfiles relacionados con la criminalística, la informática o el medioambiente. Hay que tener en cuenta una novedad: que ya contamos con el acceso a la escala de oficiales de la Guardia Civil con titulación previa. Creo que este año han aprobado con esta modalidad diez candidatos, de los que dos son mujeres.
A lo largo de estos años he conocido gente magnífica, he tenido la oportunidad de viajar, vivir en distintas ciudades y países y acumular todo tipo de experiencias de las que he aprendido muchísimo.
Álvaro Guerrero Jiménez
Redactor y editor en los servicios informativos de la Cadena SER en Córdoba. Previamente ha trabajado...