El Sevilla sigue en guerra

El primer cruce dialéctico entre José María Del Nido Carrasco, presidente del club, y Del Nido Benavente, padre y convocante de otra junta extraordinaria se produjo en los primeros instantes de la reunión de accionistas. Fue el preludio de un enfrentamiento familiar que se alargó durante todo el acto y que deja una imagen de la institución que parece de otros tiempos de pésimos recuerdos. Los reproches de Del Nido padre por la marcha deportiva, la suscripción del crédito firmado hace unos días, los sueldos del Consejo, la planificación deportiva y cualquier asunto decidido en los últimos años por el actual Consejo de Administración, fue la tónica general de la junta. El evidente deterioro deportivo y económico de la entidad es munición pesada para el expresidente que si, en los mejores momentos del club ha torpedeado la gestión con el único objetivo de volver al sillón de presidente, en la situación actual se carga de razones para solicitar el cese de los dirigentes. En ese punto de la junta, el séptimo, Del Nido Carrasco hizo valer como en ocasiones anteriores la no participación en la votación de las acciones que formaron parte de la agrupación realizada en 2018 para el ejercicio de representación proporcional. Esta situación ya se había dado en el punto 2 en el que se pedía la elaboración de un nuevo presupuesto para la entidad.

Antes, también se había rechazado el punto 4 del orden del día en el que se solicitaba la prohibición al Consejo para gestionar la remodelación del Sánchez Pizjuán. El presidente recibió duras críticas por la reciente firma de un crédito de 108 millones de euros.

El tramo final de la junta estuvo marcado por las remuneraciones del Consejo. Para el presidente esas cantidades sólo suponen un 1% de los ingresos y aportan transparencia, "no como en otros tiempos" ha señalado Del Nido Carrasco. En definitiva, la junta de accionistas fue el enésimo desencuentro entre las dos grandes facciones accionariales de la entidad y la confirmación de que en el corto plazo no se atisba ninguna posibilidad de acuerdo entre Del Nido Carrasco y su padre. El Sevilla sigue en una situación de guerra accionarial que no ayuda a creer en buenos tiempos para el futuro.